30 diciembre, 2008
11 diciembre, 2008
nómadas y sedentarios
The nature of being sedentary and nomadic has changed. [...] Sedentary people are at home wherever they go. With their cell phones or laptops, [they are] as comfortable in an elevator or on a plane as in a high-speed train. This is the sedentary person. The nomad, on the other hand, is someone who is never at home, anywhere.
todo cambia,
a veces nos movemos, a veces no
24 noviembre, 2008
VANDANA SHIVA
Los 10 puntos de la Democracia de la tierra
1. Democracia ecológica frente al saqueo centrado en el interés privado
2. Valor en si mismo de todas las especies y personas, en lugar de valor de acuerdo con la posibilidad de ganancia privada
3. Diversidad en la naturaleza y la Cultura en lugar de homogenización y destrucción de culturas y ecosistemas efectuada por el capitalismo globalizado
4. Derecho natural a la sostenibilidad de los miembros de la comunidad de la tierra en vez de el límite y enclaustramiento de los bienes de subsistencia básica por parte de la razón capitalista de ganancia privada
5. La economía de la tierra se basa en la democracia economica y la economía viviente que posibilite la diversidad, la sostenibilidad y la pluralidad y no el los monopolios economicos transnacionales y las burocracias transnacionales.
6. Las economías vivientes se construyen en economías locales en las que se deciden necesidades locales
7. Democracias vivas basadas en la inclusion y la diversidad con las decisiones hechas a nivel local en las comunidades y la delegación para arriba solo con la aprobacion desde abajo
8. Conocimiento vivo hecho por las comunidades en contacto con sus necesidades. Ninguna persona o corporación podra apropiarse o monopolizar la cultura construida colectivamente.
9. Balance entre derechos y responsabilidades o la situación de decisión por parte de los que van a ser directamente afectados.
10. Globalizar la paz, el cuidado y la compasión en vez de la lógica de competencia y del conflicto.
Etiquetas:
globalización
13 noviembre, 2008
03 noviembre, 2008
26 septiembre, 2008
ENTREVISTA AL DR. JORGE CARVAJAL
Luce en la pared de su concurrido consultorio de Medellín el título de cirujano, pero el prefiere presentarse como “carpintero de la conciencia”. Para el doctor Carvajal la bioenergética es aquella medicina que deja de ver al hombre como un “fósil molecular” y comienza a observarlo como un “ser de luz”. No distingue entre medicina, conciencia y espiritualidad, pero se trata de una miopía valiente e intencionada.
Pregona en los congresos de médicos que el cuerpo y el alma están estrechamente unidos y en los seminarios atiborrados de gente que la ciencia del servicio es la ciencia más sagrada. Para este poeta, psicólogo, inventor, cirujano…, la enfermedad es el espejo en el que se mira nuestra conciencia.
Arde la arena a sólo unos metros del Palacio de Miramar. Los donostiarras disfrutan del primer y esplendoroso domingo de verano y sin embargo el salón de esa gran mansión isabelina, se encuentra también a rebosar. Desborda el verano en la perla del Cantábrico, pero el médico colombiano mantiene a cientos de personas clavadas en las sillas. El sol puede esperar.
Místico sin cueva
Jorge Carvajal Posadas emana la profundidad del sabio, la seguridad del científico, la belleza del poeta y la generosidad del hombre comprometido con su tiempo. Sin embargo más allá del cirujano que ha hollado nuevos y más amplios horizontes de terapias, del conferencista que llena aforos en Europa y América a su paso, más allá del poeta viajero que va dejando aquí y allá una bella mirada del mundo, del observador de una realidad tan lacerante como esperanzada, Jorge Carvajal es un místico de nuestros días. Su palabra resuena en la más interna geografía. Por eso la gente deja la playa, el sol y el agua…, saben que sus discursos van directos al alma, en constante exhortación a la búsqueda del centro.
Nuestro interlocutor es un místico sin cueva, de los que se plantan en medio del asfalto, aún a riesgo de retumbar preguntas sin respuesta: “¿Qué puede pasar con la gota de agua congelada en el Ártico…” El piensa que le seguimos, pero se nos escurre su gota tocada de eternidad.
El investigador colombiano va sembrando ciencia y conciencia a partes iguales. Sus estudios sobre nuevas medicinas dan la vuelta al mundo entero, pero antes que nada es hombre con inmensa fe en el hombre: “Las oscuras cavernas fueron necesarias para que la humanidad naciera, pero en la nueva cultura, la humanidad ascenderá la montaña de la iniciación”.
Aromar la Tierra
Esa apuesta tan vital le empuja a amar con pasión su país. Anima a visitar el mágico realismo de su geografía. El médico de Medellín se crece en medio de una tensión, de una turbulencia que le presenta diariamente reto de equilibrio y serenidad. Las víctimas de los atentados saben también de su cirugía, de sus resonancias, de sus colores, de su acupuntura, de su homeopatía…, pues Carvajal toma lo mejor de todos los territorios terapéuticos y los individualiza en cada paciente. Colombia desafía continuamente a este hombre que no conoce los límites de la entrega: “Somos flores, nuestro cometido es aromar la tierra”.
Viene de la geografía más convulsa del planeta y sin embargo su presencia es todo paz. No es fácil ubicar al doctor Carvajal. Lo podemos encontrar en congresos especializados, siempre intentando ampliar los márgenes de la ortodoxia, revelando las claves de la bionenergía, la medicina con la que se le identifica, o de la terapia láser, uno de los métodos que le caracterizan… Lo podemos ver con sus colegas galenos, defendiendo la necesidad de abordar el tema de la salud desde más allá del cuerpo, invitando a “rescatar” el alma del paciente, abundando en la ciencia que el denomina de la sintergética, o ciencia de la síntesis. Le podemos ver también en multitudinarios aforos compartiendo con gentes sencillas su intenso “sabor de la vida” (sabiduría) en charlas salpicadas de fina y profunda poesía. Le podemos ver en sus seminarios en Barcelona, Mallorca, Madrid y San Sebastián, pues su gente y seguidores no le perdona menos de dos visitas al año.
Entre conferencia y conferencia logramos secuestrarlo. Nos lo llevamos al jardín del palacio. Verde, cielo y mar inmenso parece que colmaran de nuevo la inspiración de este hombre, por lo demás, amable y solícito. La paz que pregona y emana, le posibilita también ubicación perfecta. Apenas toma respiro entre el discurso del salón y la entrevista a orillas del Cantábrico. No hay fractura entre las palabras de dentro y fuera del palacio, al igual que no hay salto entre las diferentes ciencias y terapias que transita. Sabe por donde se anda, conoce su discurso, pero no recita; responde con una rapidez no exenta de fuerza y convicción. El tiempo es breve y sus palabras son precisas, “quirúrgicamente” lanzadas y ubicadas. No en vano tiene ya “operadas” muchas almas.
¿Cuál es la medicina del futuro?
Más y mejores técnicas sí, pero con la magia viva del sentir. Afrontar la enfermedad y el dolor sí, pero sin perder de vista el sentido del vivir. Talvez tendremos menos hospitales y más trabajo ambulatorio, menos cirugías y más educación, menos medicamentos y más bebidas caseras, menos vitaminas y más alimentos de buena calidad.
¿Una medicina más humana?
Algo así. Apostamos por una ciencia con alma, una disciplina que no mate la fe y la esperanza. Una propuesta para que cada quien rescate el poder de gestionar su propia salud, para que nacer y morir no sean los límites infranqueables de la vida y vivir se convierta en el arte original de ser. Un movimiento hacia la participación, un cese de la conspiración que ha dejado marginado al hombre de la responsabilidad sobre su propia vida; un rescatar la indivisible integridad del ser humano.
¿Más “cariños” y menos ciencia?
El paradigma dominante en el mundo ha sido el de la ciencia, pero la ciencia se convirtió en una nueva religión, en el único código de lectura aceptado. Hemos de salir del fundamentalismo científico, así como antes salimos del fundamentalismo religioso. El paradigma de la ciencia puede ser interpretado desde un código de lectura más incluyente, generando una ciencia con conciencia.
¿Bisturí para el cuerpo o para el alma?
Es imposible acceder al ser humano olvidando la esencia del ser humano que es la “psique”, que es el alma. No se trata de dejarle la psicología a los psicólogos, a los psiquiatras, es demasiado importante para dejarla sólo en manos de los especialistas. Tenemos que rescatar la psicología para la vida cotidiana.
¿Qué enferma primero?
Desde 1950, los estudios médicos demuestran que el patrón de la personalidad incide sobre la enfermedad de una manera contundente, sobre los factores de riesgo para enfermar de una u otra cosa y se empiezan a estudiar los patrones de personalidad.
¿Rescatar el alma con qué objetivo…?
Se trata de ver como un sentimiento de hostilidad genera úlceras, genera enfermedad acidopéptica, genera hipertensión arterial, aumenta el riesgo de infarto, aumenta la liberación de noradrenalina, aumenta el consumo de oxígeno, te mete en un régimen de economía energética pésimo donde hay un gran desgaste, y una gran fricción, impide la respuesta de relajación, te impide tener paz interior a pesar de que tengas todas las razones del mundo para tenerla. Si nosotros como médicos no tenemos paz interior, si no somos capaces de la respuesta de relajación, no podemos reconocer la necesidad en otros. La primera necesidad de un paciente es paz.
Paz a cambio de aspirinas…, ¡va a hundir a las farmacéuticas!
Sin paz ninguna de las cosas que haga tiene sentido. Es el dígito en una gran cifra. Todas las acciones son ceros y sin el dígito de la paz nada vale la pena, ni tu dinero, ni tu posición, ni tu prestigio... Pero si tienes paz interior, todo lo demás se vuelve valioso.
De tanto abuso gastamos las palabras… ¿Qué es paz interior?
Es respuesta de relajación: que te baje el consumo de oxígeno, que te baje el nivel de noradrenalina, que te interiorices, que reflexiones, que compartas. Es muy sencillo: cuando hay paz interior, tu aquietas el tallo cerebral, el cerebro reptil. No tienes que atacar o huir, no tienes que morder a tu papá todo el día, o toda la noche haciendo bruxismo, sino que puedes comprenderlo, puedes ponerte en sus zapatos. Muchas hipertensiones esenciales vienen de ahí.
¿Somos algo más que una prisión molecular?
Cuando pensamos, cuando comemos, cuando soñamos, aunque creamos que estamos sólo en el cuerpo, estamos en lugares distintos. La mente que recorre por nuestro cerebro, no está en el cerebro, ni nace en él. Tampoco muere con él. Así como el agua no nace de la nube o del océano y es materia prima del hielo de la Antártida, del mar Caribe y de las impredecibles nubes, así la mente no es el cerebro, ni los pensamientos, ni las ideas, sino la misma intangible sustancia de la que todas las cosas están hechas: el Verbo. Al principio era el campo cuántico o campo unificado de la conciencia, un infinito potencial que el sonido hizo desplegar en el orden explícito de la creación.
¿Dónde nace tanto entusiasmo suyo por la vida?
Ser humano es un vivir asombrados y conmovidos, el milagro de inventarnos todos los instantes, el milagro de ser conscientes de respirar, el logro trascendental de ser conscientes de la conciencia. La ciencia sublime de sentir que estamos vivos cuando sentimos que la vida que anima flores y trinos es la misma que habita en nosotros. Ser humanos es cantar con la tierra la amorosa canción del regreso.
¿El tan mentado “volver al aquí y ahora”?
Exactamente. Los procesos de expansión de conciencia o de iniciación, ocurren hoy en el ritual de la vida cotidiana. Si ni siquiera escucho al hijo que está al lado, si me quemo la lengua por la mañana y el chocolate no me sabe a chocolate por estar pensando en la cuenta o el transporte o la hora de llegada… Si yo no vivo en el instante del presente ¿cómo pedirle a la vida que me de una responsabilidad del infinito?
¿No hay huída en ese “retorno a nosotros mismos”?
Todo puede ser refugio o morada. Si nos lleva a una mayor comprensión y libertad es morada del alma. Si nos lleva a una mayor dependencia y esclavitud es un refugio. De la misma forma, podemos hacer del cuerpo un templo de la conciencia o un simple refugio para escaparnos de la inclemencia. También todos los lugares pueden ser habilitados como refugios o como instrumentos del alma: las iglesias, las ciencias, el conocimiento, los sitios sagrados y los profanos, serán lugares para afrontarnos o para escondernos.
Dentro del palacio invitaba a la gente a jugar al arco…
Cuando empiezas a conocerte, sabes que tú eres el arco y eres la flecha, pero sobre todo tú eres el blanco. Cuando das en el blanco de tu propio centro, cuando ya no tienes los blancos en el placer, el poder, la recompensa, cuando el arquero no tiene sino el blanco de su corazón, en ese momento siempre da en el blanco. Das en el blanco cuando descubres esa ciencia interior que viene desde el centro y el centro es el liberador de la ilusión.
¿Sanar al hombre es también sanar la Tierra?
Así es. Todo en la tierra se acelera porque el hombre está en ella. La destrucción y la creación se vuelven en el hombre como una impetuosa corriente. Tenemos la terrible o gloriosa facultad de destruir o crear. Somos enzimas de la tierra, catalizadores de la evolución.
¿Propuesta de una nueva ecología?
Efectivamente. Llegó el tiempo de rescatar lo más sagrado de la vida: su interdependiente unicidad. Es la hora de una nueva ecología, la de la tierra viva, la de la gran cadena de la vida en la que la corriente del ser se diversifica revelando su armoniosa integridad. Cada uno de nosotros es parte del proyecto. Toda la basura que vemos es producto de nuestro propio corazón; allí nacieron las guerras, allí puede germinar la paz.
¿Estamos cerca del vergel o del desierto?
Toda la creación está a nuestra disposición para oprimir o para liberar; para sembrar la muerte y desertificar, o para sembrar la vida y cosechar. El hombre acelera todas las vibraciones para unirlas en la gran alquimia de la vida. Todas las semillas latentes pueden florecer. Todas las cosechas evolutivas de la tierra pueden echarse a perder. Nuestra naturaleza es la de ser co-creadores.
¿Espera buena cosecha?
Por supuesto, pero para ello es preciso observar la parábola del sembrador. Es necesario mirar la cosecha que la vida nos ha legado con reverencia y amor, de lo contrario las semillas morirán en los bolsillos del egoísmo y lo que la naturaleza ha construido por siglos y siglos morirá en nuestra inconsecuencia.
Vd. pregona que “muy hermosas esculturas duermen en nuestras manos…”
¡Tanta vida se puede dar con la mirada, tanta esperanza se puede germinar con una sola palabra, tanto amor implícito hay en el humano potencial, que sólo es preciso abrir las compuertas del ser para dejarlo correr! ¿Cuantas creaciones esperan la magia de un aliento sagrado? ¿Cuantos sueños esperan la vibración de una voz para despertar?
¿Es difícil levantar este estandarte de esperanza y de vida en el ámbito en que te desenvuelves?
La nueva conciencia surge en vórtices de una sensibilidad extrema o caóticos. En la piel sensible de las heridas personales y sociales es mucho más fácil sembrar la semilla de un nuevo orden emergente.
Me encanta Colombia. Es el mejor país del mundo, precisamente porque estamos en caos y en el seno de un vórtice caótico. Si tu puedes mantenerte en el ojo del huracán vas a poder tener un nivel de acción y respuesta más significativo.
La tensión es creativa. La violencia es al fin y al cabo energía. Nuestros temores, nuestros sentimientos son energía. No son en principio ni buenos, ni malos, depende sólo de la dirección que les demos. Cuando en el centro del caos estamos dispuestos a escuchar, podemos emerger a un nuevo orden y cultura. Cambiar nuestro punto de observación del mundo, cambiar nuestra actitud es ya transformar el mundo desde adentro.
Apura raudo sus últimas preguntas, pues le aguarda el auditorio del palacio. Sobre el jardín que se asoma a la bahía de la Concha revoltean las últimas palabras que viene de regalarnos el cirujano de almas y que apagan la grabadora: “Nos sanamos cada vez que reconocemos en todos los eventos un maestro; cada vez que antes de afirmar o negar, estamos dispuestos a aprender; cada vez que podemos ver aún en las cosas más oscuras, una evidencia de los infinitos métodos del Creador. En el surco de mi paz siembro la semilla del amor y florezco a la libertad”. ¡Gracias por la siembra señor doctor!
Pregona en los congresos de médicos que el cuerpo y el alma están estrechamente unidos y en los seminarios atiborrados de gente que la ciencia del servicio es la ciencia más sagrada. Para este poeta, psicólogo, inventor, cirujano…, la enfermedad es el espejo en el que se mira nuestra conciencia.
Arde la arena a sólo unos metros del Palacio de Miramar. Los donostiarras disfrutan del primer y esplendoroso domingo de verano y sin embargo el salón de esa gran mansión isabelina, se encuentra también a rebosar. Desborda el verano en la perla del Cantábrico, pero el médico colombiano mantiene a cientos de personas clavadas en las sillas. El sol puede esperar.
Místico sin cueva
Jorge Carvajal Posadas emana la profundidad del sabio, la seguridad del científico, la belleza del poeta y la generosidad del hombre comprometido con su tiempo. Sin embargo más allá del cirujano que ha hollado nuevos y más amplios horizontes de terapias, del conferencista que llena aforos en Europa y América a su paso, más allá del poeta viajero que va dejando aquí y allá una bella mirada del mundo, del observador de una realidad tan lacerante como esperanzada, Jorge Carvajal es un místico de nuestros días. Su palabra resuena en la más interna geografía. Por eso la gente deja la playa, el sol y el agua…, saben que sus discursos van directos al alma, en constante exhortación a la búsqueda del centro.
Nuestro interlocutor es un místico sin cueva, de los que se plantan en medio del asfalto, aún a riesgo de retumbar preguntas sin respuesta: “¿Qué puede pasar con la gota de agua congelada en el Ártico…” El piensa que le seguimos, pero se nos escurre su gota tocada de eternidad.
El investigador colombiano va sembrando ciencia y conciencia a partes iguales. Sus estudios sobre nuevas medicinas dan la vuelta al mundo entero, pero antes que nada es hombre con inmensa fe en el hombre: “Las oscuras cavernas fueron necesarias para que la humanidad naciera, pero en la nueva cultura, la humanidad ascenderá la montaña de la iniciación”.
Aromar la Tierra
Esa apuesta tan vital le empuja a amar con pasión su país. Anima a visitar el mágico realismo de su geografía. El médico de Medellín se crece en medio de una tensión, de una turbulencia que le presenta diariamente reto de equilibrio y serenidad. Las víctimas de los atentados saben también de su cirugía, de sus resonancias, de sus colores, de su acupuntura, de su homeopatía…, pues Carvajal toma lo mejor de todos los territorios terapéuticos y los individualiza en cada paciente. Colombia desafía continuamente a este hombre que no conoce los límites de la entrega: “Somos flores, nuestro cometido es aromar la tierra”.
Viene de la geografía más convulsa del planeta y sin embargo su presencia es todo paz. No es fácil ubicar al doctor Carvajal. Lo podemos encontrar en congresos especializados, siempre intentando ampliar los márgenes de la ortodoxia, revelando las claves de la bionenergía, la medicina con la que se le identifica, o de la terapia láser, uno de los métodos que le caracterizan… Lo podemos ver con sus colegas galenos, defendiendo la necesidad de abordar el tema de la salud desde más allá del cuerpo, invitando a “rescatar” el alma del paciente, abundando en la ciencia que el denomina de la sintergética, o ciencia de la síntesis. Le podemos ver también en multitudinarios aforos compartiendo con gentes sencillas su intenso “sabor de la vida” (sabiduría) en charlas salpicadas de fina y profunda poesía. Le podemos ver en sus seminarios en Barcelona, Mallorca, Madrid y San Sebastián, pues su gente y seguidores no le perdona menos de dos visitas al año.
Entre conferencia y conferencia logramos secuestrarlo. Nos lo llevamos al jardín del palacio. Verde, cielo y mar inmenso parece que colmaran de nuevo la inspiración de este hombre, por lo demás, amable y solícito. La paz que pregona y emana, le posibilita también ubicación perfecta. Apenas toma respiro entre el discurso del salón y la entrevista a orillas del Cantábrico. No hay fractura entre las palabras de dentro y fuera del palacio, al igual que no hay salto entre las diferentes ciencias y terapias que transita. Sabe por donde se anda, conoce su discurso, pero no recita; responde con una rapidez no exenta de fuerza y convicción. El tiempo es breve y sus palabras son precisas, “quirúrgicamente” lanzadas y ubicadas. No en vano tiene ya “operadas” muchas almas.
¿Cuál es la medicina del futuro?
Más y mejores técnicas sí, pero con la magia viva del sentir. Afrontar la enfermedad y el dolor sí, pero sin perder de vista el sentido del vivir. Talvez tendremos menos hospitales y más trabajo ambulatorio, menos cirugías y más educación, menos medicamentos y más bebidas caseras, menos vitaminas y más alimentos de buena calidad.
¿Una medicina más humana?
Algo así. Apostamos por una ciencia con alma, una disciplina que no mate la fe y la esperanza. Una propuesta para que cada quien rescate el poder de gestionar su propia salud, para que nacer y morir no sean los límites infranqueables de la vida y vivir se convierta en el arte original de ser. Un movimiento hacia la participación, un cese de la conspiración que ha dejado marginado al hombre de la responsabilidad sobre su propia vida; un rescatar la indivisible integridad del ser humano.
¿Más “cariños” y menos ciencia?
El paradigma dominante en el mundo ha sido el de la ciencia, pero la ciencia se convirtió en una nueva religión, en el único código de lectura aceptado. Hemos de salir del fundamentalismo científico, así como antes salimos del fundamentalismo religioso. El paradigma de la ciencia puede ser interpretado desde un código de lectura más incluyente, generando una ciencia con conciencia.
¿Bisturí para el cuerpo o para el alma?
Es imposible acceder al ser humano olvidando la esencia del ser humano que es la “psique”, que es el alma. No se trata de dejarle la psicología a los psicólogos, a los psiquiatras, es demasiado importante para dejarla sólo en manos de los especialistas. Tenemos que rescatar la psicología para la vida cotidiana.
¿Qué enferma primero?
Desde 1950, los estudios médicos demuestran que el patrón de la personalidad incide sobre la enfermedad de una manera contundente, sobre los factores de riesgo para enfermar de una u otra cosa y se empiezan a estudiar los patrones de personalidad.
¿Rescatar el alma con qué objetivo…?
Se trata de ver como un sentimiento de hostilidad genera úlceras, genera enfermedad acidopéptica, genera hipertensión arterial, aumenta el riesgo de infarto, aumenta la liberación de noradrenalina, aumenta el consumo de oxígeno, te mete en un régimen de economía energética pésimo donde hay un gran desgaste, y una gran fricción, impide la respuesta de relajación, te impide tener paz interior a pesar de que tengas todas las razones del mundo para tenerla. Si nosotros como médicos no tenemos paz interior, si no somos capaces de la respuesta de relajación, no podemos reconocer la necesidad en otros. La primera necesidad de un paciente es paz.
Paz a cambio de aspirinas…, ¡va a hundir a las farmacéuticas!
Sin paz ninguna de las cosas que haga tiene sentido. Es el dígito en una gran cifra. Todas las acciones son ceros y sin el dígito de la paz nada vale la pena, ni tu dinero, ni tu posición, ni tu prestigio... Pero si tienes paz interior, todo lo demás se vuelve valioso.
De tanto abuso gastamos las palabras… ¿Qué es paz interior?
Es respuesta de relajación: que te baje el consumo de oxígeno, que te baje el nivel de noradrenalina, que te interiorices, que reflexiones, que compartas. Es muy sencillo: cuando hay paz interior, tu aquietas el tallo cerebral, el cerebro reptil. No tienes que atacar o huir, no tienes que morder a tu papá todo el día, o toda la noche haciendo bruxismo, sino que puedes comprenderlo, puedes ponerte en sus zapatos. Muchas hipertensiones esenciales vienen de ahí.
¿Somos algo más que una prisión molecular?
Cuando pensamos, cuando comemos, cuando soñamos, aunque creamos que estamos sólo en el cuerpo, estamos en lugares distintos. La mente que recorre por nuestro cerebro, no está en el cerebro, ni nace en él. Tampoco muere con él. Así como el agua no nace de la nube o del océano y es materia prima del hielo de la Antártida, del mar Caribe y de las impredecibles nubes, así la mente no es el cerebro, ni los pensamientos, ni las ideas, sino la misma intangible sustancia de la que todas las cosas están hechas: el Verbo. Al principio era el campo cuántico o campo unificado de la conciencia, un infinito potencial que el sonido hizo desplegar en el orden explícito de la creación.
¿Dónde nace tanto entusiasmo suyo por la vida?
Ser humano es un vivir asombrados y conmovidos, el milagro de inventarnos todos los instantes, el milagro de ser conscientes de respirar, el logro trascendental de ser conscientes de la conciencia. La ciencia sublime de sentir que estamos vivos cuando sentimos que la vida que anima flores y trinos es la misma que habita en nosotros. Ser humanos es cantar con la tierra la amorosa canción del regreso.
¿El tan mentado “volver al aquí y ahora”?
Exactamente. Los procesos de expansión de conciencia o de iniciación, ocurren hoy en el ritual de la vida cotidiana. Si ni siquiera escucho al hijo que está al lado, si me quemo la lengua por la mañana y el chocolate no me sabe a chocolate por estar pensando en la cuenta o el transporte o la hora de llegada… Si yo no vivo en el instante del presente ¿cómo pedirle a la vida que me de una responsabilidad del infinito?
¿No hay huída en ese “retorno a nosotros mismos”?
Todo puede ser refugio o morada. Si nos lleva a una mayor comprensión y libertad es morada del alma. Si nos lleva a una mayor dependencia y esclavitud es un refugio. De la misma forma, podemos hacer del cuerpo un templo de la conciencia o un simple refugio para escaparnos de la inclemencia. También todos los lugares pueden ser habilitados como refugios o como instrumentos del alma: las iglesias, las ciencias, el conocimiento, los sitios sagrados y los profanos, serán lugares para afrontarnos o para escondernos.
Dentro del palacio invitaba a la gente a jugar al arco…
Cuando empiezas a conocerte, sabes que tú eres el arco y eres la flecha, pero sobre todo tú eres el blanco. Cuando das en el blanco de tu propio centro, cuando ya no tienes los blancos en el placer, el poder, la recompensa, cuando el arquero no tiene sino el blanco de su corazón, en ese momento siempre da en el blanco. Das en el blanco cuando descubres esa ciencia interior que viene desde el centro y el centro es el liberador de la ilusión.
¿Sanar al hombre es también sanar la Tierra?
Así es. Todo en la tierra se acelera porque el hombre está en ella. La destrucción y la creación se vuelven en el hombre como una impetuosa corriente. Tenemos la terrible o gloriosa facultad de destruir o crear. Somos enzimas de la tierra, catalizadores de la evolución.
¿Propuesta de una nueva ecología?
Efectivamente. Llegó el tiempo de rescatar lo más sagrado de la vida: su interdependiente unicidad. Es la hora de una nueva ecología, la de la tierra viva, la de la gran cadena de la vida en la que la corriente del ser se diversifica revelando su armoniosa integridad. Cada uno de nosotros es parte del proyecto. Toda la basura que vemos es producto de nuestro propio corazón; allí nacieron las guerras, allí puede germinar la paz.
¿Estamos cerca del vergel o del desierto?
Toda la creación está a nuestra disposición para oprimir o para liberar; para sembrar la muerte y desertificar, o para sembrar la vida y cosechar. El hombre acelera todas las vibraciones para unirlas en la gran alquimia de la vida. Todas las semillas latentes pueden florecer. Todas las cosechas evolutivas de la tierra pueden echarse a perder. Nuestra naturaleza es la de ser co-creadores.
¿Espera buena cosecha?
Por supuesto, pero para ello es preciso observar la parábola del sembrador. Es necesario mirar la cosecha que la vida nos ha legado con reverencia y amor, de lo contrario las semillas morirán en los bolsillos del egoísmo y lo que la naturaleza ha construido por siglos y siglos morirá en nuestra inconsecuencia.
Vd. pregona que “muy hermosas esculturas duermen en nuestras manos…”
¡Tanta vida se puede dar con la mirada, tanta esperanza se puede germinar con una sola palabra, tanto amor implícito hay en el humano potencial, que sólo es preciso abrir las compuertas del ser para dejarlo correr! ¿Cuantas creaciones esperan la magia de un aliento sagrado? ¿Cuantos sueños esperan la vibración de una voz para despertar?
¿Es difícil levantar este estandarte de esperanza y de vida en el ámbito en que te desenvuelves?
La nueva conciencia surge en vórtices de una sensibilidad extrema o caóticos. En la piel sensible de las heridas personales y sociales es mucho más fácil sembrar la semilla de un nuevo orden emergente.
Me encanta Colombia. Es el mejor país del mundo, precisamente porque estamos en caos y en el seno de un vórtice caótico. Si tu puedes mantenerte en el ojo del huracán vas a poder tener un nivel de acción y respuesta más significativo.
La tensión es creativa. La violencia es al fin y al cabo energía. Nuestros temores, nuestros sentimientos son energía. No son en principio ni buenos, ni malos, depende sólo de la dirección que les demos. Cuando en el centro del caos estamos dispuestos a escuchar, podemos emerger a un nuevo orden y cultura. Cambiar nuestro punto de observación del mundo, cambiar nuestra actitud es ya transformar el mundo desde adentro.
Apura raudo sus últimas preguntas, pues le aguarda el auditorio del palacio. Sobre el jardín que se asoma a la bahía de la Concha revoltean las últimas palabras que viene de regalarnos el cirujano de almas y que apagan la grabadora: “Nos sanamos cada vez que reconocemos en todos los eventos un maestro; cada vez que antes de afirmar o negar, estamos dispuestos a aprender; cada vez que podemos ver aún en las cosas más oscuras, una evidencia de los infinitos métodos del Creador. En el surco de mi paz siembro la semilla del amor y florezco a la libertad”. ¡Gracias por la siembra señor doctor!
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Bioenergética
BIOENERGÉTICA
BIOENERGÉTICA: LA MEDICINA DEL FUTURO. Entrevista al Dr. Jorge Carvajal
Prestigioso médico de renombre mundial, el doctor Jorge Carvajal se dedica desde hace décadas a la investigación y desarrollo de terapias encuadradas en el ámbito de la Bioenergética. Terapias en las que utiliza láseres de baja frecuencia para desbloquear y reequilibrar los centros energéticos a través del sistema retículo-endotelial favoreciendo así la conexión celular. Un método tan poco conocido por la comunidad médica como efectivo. Pero lo que más destaca de este excepcional filósofo de la Medicina que un día se hizo cirujano es la filosofía que sobre la vida, el hombre, el mundo, el universo y, por ende, la Medicina, posee.
Médico cirujano de la Universidad de Antioquía (Colombia), el doctor Jorge Carvajal lleva dedicado a la práctica clínica, la docencia y la investigación de las llamadas Medicinas Complementarias desde hace más de veinte años. Autor del libro Un arte de curar y de otras numerosas publicaciones sobre bioenergía, medicina, conciencia y sanación este singular y extraordinario médico de prestigio mundial es poseedor de una amplísima experiencia que le permite ayudar a recuperar la salud a las personas enfermas con métodos terapéuticos poco convencionales (si nos atenemos a la concepción que se tiene de lo ortodoxo en materia de salud). Pero lo cierto -para asombro de muchos de sus colegas- es que los resultados que obtiene con sus pacientes son tan eficaces que en su entorno se van agrupando cada año más profesionales que ven en su práctica no tanto algo de carácter alternativo o complementario sino una manera de actuar y entender al ser humano, la propia existencia y la medicina más acordes con los conocimientos del siglo XXI. Razón por la que la posibilidad de poder charlar con él fue una excelente oportunidad de acercar al público a su pensamiento. Lo único que lamentamos es que estas breves páginas sólo nos van a permitir dar unos apuntes sobre su persona y su labor habiéndonos visto obligados a dejar gran parte de la entrevista sin transcribir. Son tantas las cuestiones que le hemos planteado y tantas las aclaraciones que habría que hacer para que se comprendiera la profundidad de lo que transmite que, muy a nuestro pesar, no ha habido otra solución. Ojalá en los próximos meses tengamos oportunidad de ampliar la información que hoy adelantamos.
-¿Por qué un profesional de la práctica médica convencional como usted decide dedicarse a la Medicina Bioenergética?
-Porque la Bioenergética es, en nuestra cultura latina, una visión del mundo desde lo cotidiano, una actitud hacia la vida más que una técnica por la que se decide optar. Hay bioenergética en la magia cotidiana del sol que te calienta y que modifica los pulsos de la epífisis y la melatonina; en la mente, no ya fuera del cuerpo sino en cada célula; y en la integridad inseparable de la vida también hay bioenergética. Es bioenergética la atracción magnética que una persona con paz interior ejerce sobre otras. En la conciencia, en la palabra, en la mirada, en la caricia, en la cascada de la evolución hay tanta información y tanta energía interactuando con la materia que la Bioenergética, más que una ciencia o técnica para escoger en lugar de otras técnicas o ciencias, es como un orden subyacente o implícito en la corriente misma de la vida.
-¿Cómo ve, en ese sentido, a la profesión médica actual, a sus colegas que practican la medicina convencional? ¿Cree que tardarán mucho tiempo los estamentos oficiales en admitir el tipo de terapias que usted practica?
-El arte de sanar tiene miles de años. La profesión médica, en tanto que ciencia, es apenas una recién nacida. La Medicina es más arte que ciencia, tiene más de actitudes que de aptitudes, más de compromiso que de técnicas asépticas. La Bioenergética no es una medicina alternativa pues incluye a la medicina convencional, la utiliza y la complementa con otras técnicas que, más que antagónicas, son complementarias. Así como no sería posible comprender hoy la acupuntura y sus efectos sin echar mano de la neurociencia no es posible hablar de conciencia sin referirnos al campo cuántico. La de hoy es una cultura de síntesis en la que la única mentira es la verdad absoluta o el dogma. Ayer los biólogos buscaban en la Física la raíz de la conciencia y de la vida pero hoy, para muchos físicos de vanguardia, como para los antiguos rishis, la conciencia es el campo unificado. Es decir, la conciencia se volvió un sustrato lícito de la investigación científica. En esos términos, ¿dónde está la frontera entre lo oficial y lo alternativo? Hace mucho tiempo que esa frontera dejó de existir. Por eso no se trata ya de obtener el reconocimiento de otros estamentos sino de saber que nuestro marco de acción es el de una sola humanidad que requiere una medicina más humana, es decir, más integral. Soy muy optimista respecto del porvenir pues la nuestra será una cultura de salud fundamentada en la integración de todos los territorios terapéuticos, de tal manera que no habrá competencia entre la medicina oriental y la occidental, entre la medicina natural y la tecnológica, entre las medicinas "duras" y las "blandas". Lo oficial será en el mundo no sólo lo vigente en el plano académico o económico sino también -y sobre todo- lo culturalmente vigente ya que los sistemas médicos, con sus territorios terapéuticos, no son sino estrategias de supervivencia de las culturas. Se puede ser blando con un bisturí o duro con un medicamento homeopático. Eso depende de nuestra propia humanidad como terapeutas. Conozco muchos médicos "convencionales" que dieron ya el salto hacia una ciencia médica con conciencia; y a muchos médicos "alternativos" que siguen anclados a un paradigma que no ve en la vida más que un conglomerado molecular con sus correspondientes emisiones electromagnéticas.
-Según su planteamiento, ¿cómo definiría la enfermedad?
-Cuando nacemos empezamos a morir. Pero nacer y morir no son más que fases diferentes del continuo vivir. Así como morir y vivir no son opuestos, la salud no es lo contrario de la enfermedad. Muchos enfermos sintomáticos están más sanos que aquellos que no han tenido el maestro de la enfermedad para aprender el significado del vivir. No hay nadie totalmente sano pues todos, ya al nacer, estamos incubando algún tipo de enfermedad. La salud no es un estado, es una tendencia, una condición relativa que puede ser definida como una cualidad esencial ligada al ser, que se revela como integridad. No tenemos más o menos salud: somos más o menos saludables en la medida en que somos más o menos íntegros. En ese sentido, la enfermedad es pérdida de integridad, revelada como disolución del ser en cualquiera de sus vehículos o estados de conciencia, sean estos físicos, emocionales, mentales o espirituales. Pero, frecuentemente, la enfermedad, al permitirnos despertar, reconocernos más allá de las apariencias y avanzar hacia un estado más incluyente de la conciencia es, paradójicamente, el mejor agente de la salud.
-¿Cuál es para usted el concepto de medicina bioenergética?
-Es una actitud hacia la vida fundamentada en una visión del mundo que no sólo concibe cascadas de causalidad sino que acepta tendencias de probable finalidad. Es una práctica de la medicina que no sólo reconoce la validez de la observación objetiva sino que reivindica la necesidad de una aproximación subjetiva al hombre cuya desarmonía se arraiga frecuentemente en la profundidad de sus emociones.
La Bioenergética implica rescatar para la medicina al hombre, esa humanidad viva en terapeutas y pacientes. Porque sólo una ciencia médica con sujeto puede tener objeto. La Bioenergética ha propuesto el rescate del sujeto en su plena integridad volviendo a integrar aquello que descuartizamos en nuestra loca carrera hacia las subespecialidades. Desespecializar, integrar y rescatar ese territorio de la conciencia donde tienen plena vigencia las sincronicidades y las correspondencias es la propuesta de la Medicina Bioenergética.
-¿Es la figura del terapeuta un interfase o puente entre el paciente y la enfermedad?
-La enfermedad no es algo externo que le sucede al paciente sino que forma parte de su estilo de vida, de su actitud hacia el mundo, hacia sí mismo. Está relacionada con la imagen que tiene de sí. El terapeuta está ahí para que el paciente se mire y se reconozca. Para que reconozca la otra mitad de sí mismo sumergiéndose en ese océano interior que esconde su verdadero potencial: el de un sanador interior. El terapeuta es el catalizador de un proceso de conciencia, de un despertar interior que permite al paciente recuperar su poder: el de su propia conciencia. Y esto no es simplemente el arte de sobrevivir o soportar la enfermedad, es también el arte de liberarse, de desprenderse, de desapegarse, de morir descubriendo en todo el proceso la continuidad de la vida. La gente no busca un técnico. En su inconsciente añora encontrar al amigo, al hermano, al sacerdote, al consejero, a la madre que la vida le negó... un hombro para llorar, una sonrisa para compartir, una llama para encender la tea de su propio corazón. La terapéutica es música en la que uno apenas pulsa la cuerda sensible para que el paciente reconozca su nota y su lugar en el concierto de la humanidad.
-¿Quién puede ser sanador? ¿Qué cualidades debe reunir?
-Todos, en cada instante, cuando el milagro de la vida se reconoce, cuando la sinfonía de la integridad se restablece, participamos del arte sublime de sanar. Toda relación humana puede ser terapéutica si se fundamenta en la comprensión amorosa. El sanador debe ante todo tener pureza magnética, lo cual significa honestidad a toda prueba. Esto es, coherencia en su pensar, en su sentir, en su actuar; es decir, integridad. Somos íntegros cuando somos honestos, cuando somos lo que somos. Y desde ese ser, nuestro ser, somos de la misma esencia de todos los seres y, por ello mismo, sanadores. Se sana la vida revelando el ser, esa esencia permanente que no muere con la muerte pues es cauce de todas las corrientes. Un buen carácter, una motivación transparente, una genuina devoción por el alma, un deseo ardiente de servir y, por último, aunque no menos importante, un adecuado entrenamiento son algunas de las cualidades de un buen sanador.
-¿Qué tipo de patologías trata más frecuentemente con la terapia bioenergética?
-En general, todas las enfermedades crónicas son susceptibles de mejorar con la terapia bioenergética. Lo cual no significa que la terapia bioenergética sea una panacea o simplemente mejor que cualquier otra terapéutica. La mejor terapia es la que le sirve a nuestro paciente, cualquiera sea su nombre o su procedencia. ¿Qué paciente sufre la enfermedad? ¿En qué terreno ha germinado la misma? Son preguntas cuyas respuestas son más importantes para la Bioenergética que el tipo de enfermedad que sufre el paciente. Una enfermedad no es una entidad con existencia propia, forma parte de alguien y ese alguien nos importa mucho más que la "entidad nosológica" de la enfermedad.
-Según apuntan las últimas tendencias, la enfermedad no sería sino la manifestación en el organismo de un conflicto emocional, pero, ¿sin eliminar el conflicto emocional puede haber una sanación real y duradera?
-Curar tiene que ver con el alivio de los síntomas. Sanar se refiere a rescatar la integridad aprendiendo la lección del evento físico, emocional o mental que origina la desarmonía. Más que modificar o eliminar el conflicto emocional se aprende la lección del conflicto y éste se revela como un maestro. Cuando aprendemos la lección ya no hay conflicto puesto que lo que eran opuestos ahora son complementarios. Se restablece la armonía interior cuando somos aprendices pues el médico interior, el verdadero sanador, es siempre un aprendiz. Así, es posible estar sanos aunque tengamos alguna enfermedad y es posible seguir enfermos aunque nos hayamos curado de algún mal por la supresión o eliminación de un conflicto emocional; y es que la modificación o eliminación del conflicto, aunque nos libere momentáneamente de los síntomas, no nos libera de su repetición si no hemos aprendido la lección. Sanarse es aprender; de la misma forma en que el sistema inmune aprende la lección de los gérmenes, nuestra conciencia aprende la lección que nos traen los conflictos emocionales. Las enfermedades pueden ser reediciones o reiteraciones del mismo conflicto emocional básico de nuestra infancia por lo que hasta que no aprendamos realmente la lección estamos condenados a reeditar la fricción del conflicto en el seno del cuerpo. Es tan importante la auténtica sanación emocional que en más de veinticinco años de práctica clínica he llegado a la convicción de que en el núcleo de la inmensa mayoría de las enfermedades crónicas hay un conflicto emocional no resuelto.
-¿Cuánto tarda el órgano en recuperarse cuando se aplican las terapias bioenergéticas?
-Aunque los síntomas clínicos tarden en aparecer, un shock traumático emocional que se vive sin la protección amortiguadora de una red de soporte emocional adecuada incide sobre la energía y la función del órgano respectivo así como en su representación cerebral inmediatamente. Asimismo, la terapia adecuada incide sobre toda la cascada de eventos relacionados con la enfermedad de una manera sincrónica. Esto no quiere decir que siempre sea posible la restitución anatómica pues existe un status de no retorno en el cual las lesiones asumen el carácter de irreversibles. Siempre es necesario un sustrato, un cerebro para procesar y transmitir las señales, una reserva orgánica para sostener las funciones. Por tanto, aún con el estímulo energético adecuado muchas enfermedades crónicas no remiten aunque se puedan presentar mejorías en su evolución y pronóstico. El tiempo de respuesta varía en función del tipo de estímulo y la condición del paciente pero va desde el efecto inmediato hasta el que se instala lenta y progresivamente en el curso de varios meses. En casos excepcionales hemos visto la restitución anatómica allí donde nuestros conocimientos médicos convencionales decían que era literalmente imposible; lo que nos revela que más allá de materia y energía hay un lugar de la conciencia en el que la enfermedad, por avanzada que esté, puede ser reversible. Este es el territorio de la sanación espiritual, en el que el alma del paciente, el sanador interior, es el actor principal.
-¿Es cierto que el corazón es el gran regulador de los ritmos biológicos y que el cerebro y todo el funcionamiento orgánico se adecua a este órgano?
-El corazón produce un campo electromagnético cinco mil veces más potente que el del cerebro. Este campo es la onda portadora de todas las demás actividades eléctricas, lo que explica que en condiciones de registro adecuado el electrocardiograma se pueda captar en cualquier parte del cuerpo. Así, por ejemplo, en la cabeza se puede captar el electroencefalograma como una pequeña oscilación que "va a caballo" sobre la onda electrocardiográfica. En el abdomen de la mujer gestante se podrá registrar el electrocardiograma de la madre y, por encima, el del feto. El grado de coherencia de la actividad cardiaca, medida por la variabilidad de frecuencia en el tiempo, es hoy una medida objetiva de estados interiores. Así, un estado genuino de amor impersonal produce una mínima variabilidad de la frecuencia cardiaca con una máxima coherencia que, a su vez, se refleja en una capacidad incrementada para actuar sobre otros sistemas vivos. En ese estado de coherencia interior el amor impersonal se manifiesta en la capacidad de sanar. Los investigadores norteamericanos de estos fenómenos -que no son propiamente alternativos- han llamado al corazón "el oscilador eléctrico maestro".
-Al parecer, el bazo es un gran acumulador de energía, quizás el más importante que tenemos. Pero, además del bazo, ¿hay algún otro órgano especializado en procesar la energía? ¿Y qué pasa si se extrae el bazo?
-El prana o energía vital entrante al sistema pasa a través de los chakras del bazo adecuándose a la frecuencia de cada uno de los chakras o centros mayores de energía. Los chakras -palabra sánscrita que significa rueda- son, como usted sabe, los vórtices energéticos que captan y distribuyen la energía etérica por el organismo. Pero cuando hablamos del bazo, como de cualquier órgano en medicina bioenergética, no sólo nos referimos a su componente físico sino básicamente a la unidad etérica. Un órgano extirpado sigue teniendo existencia desde el punto de vista energético; por eso se puede experimentar dolor en un miembro amputado y es posible tratar con un color o un sonido la contraparte etérica del miembro u órgano faltante y mejorar situaciones clínicas como el síndrome del "miembro fantasma". De hecho, todos los átomos del organismo se renuevan. A pesar de lo cual, la memoria de la función y la distribución -el patrón de organización- permanece. La memoria de nuestro cuerpo está en el campo de energía etérico y éste -mientras vivamos- mantiene la plantilla o molde que permite la constancia de la distribución y ordenamiento de las energías en su seno.
-¿Los canales por donde circula la energía etérica son detectables con la tecnología actual?
-A la luz de los conocimientos actuales, la realidad eléctrica, fisiológica e histológica de los puntos de acupuntura es hoy indiscutible. Como vías de menor resistencia eléctrica de posible conducción de corriente directa la existencia de los meridianos está aún sujeta a discusión aunque la prueba clínica de su vigencia después de milenios es, sin duda, más importante que la probable constatación biofísica. Si asumimos fenómenos vitales que ocurren por fuera de los límites de nuestra física convencional, como las ondas no hertzianas, no podremos obviamente esperar que las registremos con instrumentos para medir ondas electromagnéticas convencionales. Nosotros los occidentales no nos preguntamos tanto si una cosa funciona o no sino cómo funciona. Y si no encontramos el cómo negamos el hecho. Es la tiranía de la lógica como único uso de razón la que nos ha llevado a posturas a veces irracionales. No tenemos que esperar la bendición del método científico para disfrutar el milagro vivo de la vida cada segundo. La vida se demuestra a sí misma en el ojo del científico que intenta descubrirla detrás del microscopio.
-La conexión entre el chakra del plexo solar y el del corazón parece ser la llave de la salud y la enfermedad por cuanto controlan el mundo de las emociones. ¿Es eso así?
-Juntos, el plexo solar y el plexo cardíaco constituyen un comando magnético procesador de las energías provenientes del cuerpo emocional. Cuando la polaridad emocional se orienta a la satisfacción de las ambiciones del pequeño yo personal las energías así generadas se dirigen hacia el plexo solar y son procesadas por el páncreas, el estómago y el hígado; y a través de éstos órganos inciden sobre todo el tracto intestinal. Buena parte de las enfermedades en nuestra práctica clínica afectan vísceras y órganos adscritos al plexo solar expresándose como gastritis, úlceras, desórdenes biliares, colitis, alteraciones digestivas, etc., que además de los factores conocidos por los médicos tienen un motor oculto en actitudes emocionales dirigidas a saciar apetitos individuales que se reflejan en un estilo de vida consagrado a la expansión del propio territorio. Esto ocasiona una congestión energética crónica de los órganos adscritos al plexo solar y se refleja en hábitos alimenticios inadecuados. La congestión del plexo solar no puede hacerse sino a costa de disminuir el flujo de energía hacia el plexo cardíaco y entonces el corazón y el sistema inmunológico empiezan a sufrir. Multitud de problemas inmunes y cardíacos tienen su génesis en desórdenes emocionales que, al afectar el plexo solar, terminan afectando también al timo y al corazón. Podríamos simplemente adecuar la dieta pero olvidamos que no somos lo que somos por lo que comemos o bebemos sino que lo que comemos y bebemos es un manifestación de lo que somos. Ese ser se revela en actitudes hacia la vida y es allí donde podría realizarse el cambio. El cambio de actitud consiste en que, en lugar de preguntarnos ¿qué espero yo de la vida? -actitud de pedir que nace del plexo solar-, nos preguntemos qué espera la vida de nosotros -actitud de servir que nace del corazón-. Cuando somos lo que somos por lo que a la vida le podemos dar y no por lo que podemos poseer y retener tiene lugar un cambio fundamental en nuestra evolución: ascendemos en nuestra humanidad, centrada en nuestra más grande riqueza, nuestra capacidad de dar. El cuarto centro o chakra cardíaco es el territorio de la comprensión amorosa, actitud desde la que podemos sanar nuestras relaciones. Y sanar las emociones y las relaciones es la clave para llenar la vida de sentido.
-Por último, quisiéramos preguntarle por algo que forma parte de muchas terapias bioenergéticas: los medallones, las piedras, las gemas.... colocadas sobre el plexo solar o sobre el corazón, ¿tienen realmente validez terapéutica? ¿Cree que las formas circulares o esféricas -ondas de forma- producen efectos curativos?
-Lo que uno piensa de una cosa es más importante para la salud que la misma cosa. Cuando se utiliza un medicamento que normalmente provoca el vómito diciendo a los pacientes que es un medicamento para evitar el vómito el efecto de su creencia supera la de la sustancia en sí y el vómito es controlado por la mayoría. El sistema nervioso y el sistema inmune también "creen". Así nació la Psiconeuroinmunología, ciencia que describe y utiliza las interacciones entre el sistema nervioso, las emociones y actitudes, y el sistema inmune. Cuando se asocia sacarina con un tóxico para el sistema inmune, al dar luego exclusivamente sacarina el sistema inmune reacciona como si ésta fuera muy tóxica. Lo mismo sucede con amuletos, piedras, etc. Además de su acción intrínseca -que puede o no existir-, lo más importante es nuestra conciencia sobre ellas. Un amuleto, un medallón o una piedra pueden no ser más que un símbolo externo de una conciencia interior. De ahí deriva su poder. Poder que puede ser más fuerte sin la piedra porque, en última instancia, lo que es significativo se inscribe profundamente en nuestra conciencia y deja sus huellas en el cuerpo. Una forma, un símbolo -por ejemplo, la cruz-, un mandala, un mudra, una postura de hatha yoga, un mantram o una oración pueden ser muy poderosas si se asocian a un profundo sentir interior, a una conciencia viva anclada al corazón. De lo contrario, serán simplemente cosas inocuas.
Prestigioso médico de renombre mundial, el doctor Jorge Carvajal se dedica desde hace décadas a la investigación y desarrollo de terapias encuadradas en el ámbito de la Bioenergética. Terapias en las que utiliza láseres de baja frecuencia para desbloquear y reequilibrar los centros energéticos a través del sistema retículo-endotelial favoreciendo así la conexión celular. Un método tan poco conocido por la comunidad médica como efectivo. Pero lo que más destaca de este excepcional filósofo de la Medicina que un día se hizo cirujano es la filosofía que sobre la vida, el hombre, el mundo, el universo y, por ende, la Medicina, posee.
Médico cirujano de la Universidad de Antioquía (Colombia), el doctor Jorge Carvajal lleva dedicado a la práctica clínica, la docencia y la investigación de las llamadas Medicinas Complementarias desde hace más de veinte años. Autor del libro Un arte de curar y de otras numerosas publicaciones sobre bioenergía, medicina, conciencia y sanación este singular y extraordinario médico de prestigio mundial es poseedor de una amplísima experiencia que le permite ayudar a recuperar la salud a las personas enfermas con métodos terapéuticos poco convencionales (si nos atenemos a la concepción que se tiene de lo ortodoxo en materia de salud). Pero lo cierto -para asombro de muchos de sus colegas- es que los resultados que obtiene con sus pacientes son tan eficaces que en su entorno se van agrupando cada año más profesionales que ven en su práctica no tanto algo de carácter alternativo o complementario sino una manera de actuar y entender al ser humano, la propia existencia y la medicina más acordes con los conocimientos del siglo XXI. Razón por la que la posibilidad de poder charlar con él fue una excelente oportunidad de acercar al público a su pensamiento. Lo único que lamentamos es que estas breves páginas sólo nos van a permitir dar unos apuntes sobre su persona y su labor habiéndonos visto obligados a dejar gran parte de la entrevista sin transcribir. Son tantas las cuestiones que le hemos planteado y tantas las aclaraciones que habría que hacer para que se comprendiera la profundidad de lo que transmite que, muy a nuestro pesar, no ha habido otra solución. Ojalá en los próximos meses tengamos oportunidad de ampliar la información que hoy adelantamos.
-¿Por qué un profesional de la práctica médica convencional como usted decide dedicarse a la Medicina Bioenergética?
-Porque la Bioenergética es, en nuestra cultura latina, una visión del mundo desde lo cotidiano, una actitud hacia la vida más que una técnica por la que se decide optar. Hay bioenergética en la magia cotidiana del sol que te calienta y que modifica los pulsos de la epífisis y la melatonina; en la mente, no ya fuera del cuerpo sino en cada célula; y en la integridad inseparable de la vida también hay bioenergética. Es bioenergética la atracción magnética que una persona con paz interior ejerce sobre otras. En la conciencia, en la palabra, en la mirada, en la caricia, en la cascada de la evolución hay tanta información y tanta energía interactuando con la materia que la Bioenergética, más que una ciencia o técnica para escoger en lugar de otras técnicas o ciencias, es como un orden subyacente o implícito en la corriente misma de la vida.
-¿Cómo ve, en ese sentido, a la profesión médica actual, a sus colegas que practican la medicina convencional? ¿Cree que tardarán mucho tiempo los estamentos oficiales en admitir el tipo de terapias que usted practica?
-El arte de sanar tiene miles de años. La profesión médica, en tanto que ciencia, es apenas una recién nacida. La Medicina es más arte que ciencia, tiene más de actitudes que de aptitudes, más de compromiso que de técnicas asépticas. La Bioenergética no es una medicina alternativa pues incluye a la medicina convencional, la utiliza y la complementa con otras técnicas que, más que antagónicas, son complementarias. Así como no sería posible comprender hoy la acupuntura y sus efectos sin echar mano de la neurociencia no es posible hablar de conciencia sin referirnos al campo cuántico. La de hoy es una cultura de síntesis en la que la única mentira es la verdad absoluta o el dogma. Ayer los biólogos buscaban en la Física la raíz de la conciencia y de la vida pero hoy, para muchos físicos de vanguardia, como para los antiguos rishis, la conciencia es el campo unificado. Es decir, la conciencia se volvió un sustrato lícito de la investigación científica. En esos términos, ¿dónde está la frontera entre lo oficial y lo alternativo? Hace mucho tiempo que esa frontera dejó de existir. Por eso no se trata ya de obtener el reconocimiento de otros estamentos sino de saber que nuestro marco de acción es el de una sola humanidad que requiere una medicina más humana, es decir, más integral. Soy muy optimista respecto del porvenir pues la nuestra será una cultura de salud fundamentada en la integración de todos los territorios terapéuticos, de tal manera que no habrá competencia entre la medicina oriental y la occidental, entre la medicina natural y la tecnológica, entre las medicinas "duras" y las "blandas". Lo oficial será en el mundo no sólo lo vigente en el plano académico o económico sino también -y sobre todo- lo culturalmente vigente ya que los sistemas médicos, con sus territorios terapéuticos, no son sino estrategias de supervivencia de las culturas. Se puede ser blando con un bisturí o duro con un medicamento homeopático. Eso depende de nuestra propia humanidad como terapeutas. Conozco muchos médicos "convencionales" que dieron ya el salto hacia una ciencia médica con conciencia; y a muchos médicos "alternativos" que siguen anclados a un paradigma que no ve en la vida más que un conglomerado molecular con sus correspondientes emisiones electromagnéticas.
-Según su planteamiento, ¿cómo definiría la enfermedad?
-Cuando nacemos empezamos a morir. Pero nacer y morir no son más que fases diferentes del continuo vivir. Así como morir y vivir no son opuestos, la salud no es lo contrario de la enfermedad. Muchos enfermos sintomáticos están más sanos que aquellos que no han tenido el maestro de la enfermedad para aprender el significado del vivir. No hay nadie totalmente sano pues todos, ya al nacer, estamos incubando algún tipo de enfermedad. La salud no es un estado, es una tendencia, una condición relativa que puede ser definida como una cualidad esencial ligada al ser, que se revela como integridad. No tenemos más o menos salud: somos más o menos saludables en la medida en que somos más o menos íntegros. En ese sentido, la enfermedad es pérdida de integridad, revelada como disolución del ser en cualquiera de sus vehículos o estados de conciencia, sean estos físicos, emocionales, mentales o espirituales. Pero, frecuentemente, la enfermedad, al permitirnos despertar, reconocernos más allá de las apariencias y avanzar hacia un estado más incluyente de la conciencia es, paradójicamente, el mejor agente de la salud.
-¿Cuál es para usted el concepto de medicina bioenergética?
-Es una actitud hacia la vida fundamentada en una visión del mundo que no sólo concibe cascadas de causalidad sino que acepta tendencias de probable finalidad. Es una práctica de la medicina que no sólo reconoce la validez de la observación objetiva sino que reivindica la necesidad de una aproximación subjetiva al hombre cuya desarmonía se arraiga frecuentemente en la profundidad de sus emociones.
La Bioenergética implica rescatar para la medicina al hombre, esa humanidad viva en terapeutas y pacientes. Porque sólo una ciencia médica con sujeto puede tener objeto. La Bioenergética ha propuesto el rescate del sujeto en su plena integridad volviendo a integrar aquello que descuartizamos en nuestra loca carrera hacia las subespecialidades. Desespecializar, integrar y rescatar ese territorio de la conciencia donde tienen plena vigencia las sincronicidades y las correspondencias es la propuesta de la Medicina Bioenergética.
-¿Es la figura del terapeuta un interfase o puente entre el paciente y la enfermedad?
-La enfermedad no es algo externo que le sucede al paciente sino que forma parte de su estilo de vida, de su actitud hacia el mundo, hacia sí mismo. Está relacionada con la imagen que tiene de sí. El terapeuta está ahí para que el paciente se mire y se reconozca. Para que reconozca la otra mitad de sí mismo sumergiéndose en ese océano interior que esconde su verdadero potencial: el de un sanador interior. El terapeuta es el catalizador de un proceso de conciencia, de un despertar interior que permite al paciente recuperar su poder: el de su propia conciencia. Y esto no es simplemente el arte de sobrevivir o soportar la enfermedad, es también el arte de liberarse, de desprenderse, de desapegarse, de morir descubriendo en todo el proceso la continuidad de la vida. La gente no busca un técnico. En su inconsciente añora encontrar al amigo, al hermano, al sacerdote, al consejero, a la madre que la vida le negó... un hombro para llorar, una sonrisa para compartir, una llama para encender la tea de su propio corazón. La terapéutica es música en la que uno apenas pulsa la cuerda sensible para que el paciente reconozca su nota y su lugar en el concierto de la humanidad.
-¿Quién puede ser sanador? ¿Qué cualidades debe reunir?
-Todos, en cada instante, cuando el milagro de la vida se reconoce, cuando la sinfonía de la integridad se restablece, participamos del arte sublime de sanar. Toda relación humana puede ser terapéutica si se fundamenta en la comprensión amorosa. El sanador debe ante todo tener pureza magnética, lo cual significa honestidad a toda prueba. Esto es, coherencia en su pensar, en su sentir, en su actuar; es decir, integridad. Somos íntegros cuando somos honestos, cuando somos lo que somos. Y desde ese ser, nuestro ser, somos de la misma esencia de todos los seres y, por ello mismo, sanadores. Se sana la vida revelando el ser, esa esencia permanente que no muere con la muerte pues es cauce de todas las corrientes. Un buen carácter, una motivación transparente, una genuina devoción por el alma, un deseo ardiente de servir y, por último, aunque no menos importante, un adecuado entrenamiento son algunas de las cualidades de un buen sanador.
-¿Qué tipo de patologías trata más frecuentemente con la terapia bioenergética?
-En general, todas las enfermedades crónicas son susceptibles de mejorar con la terapia bioenergética. Lo cual no significa que la terapia bioenergética sea una panacea o simplemente mejor que cualquier otra terapéutica. La mejor terapia es la que le sirve a nuestro paciente, cualquiera sea su nombre o su procedencia. ¿Qué paciente sufre la enfermedad? ¿En qué terreno ha germinado la misma? Son preguntas cuyas respuestas son más importantes para la Bioenergética que el tipo de enfermedad que sufre el paciente. Una enfermedad no es una entidad con existencia propia, forma parte de alguien y ese alguien nos importa mucho más que la "entidad nosológica" de la enfermedad.
-Según apuntan las últimas tendencias, la enfermedad no sería sino la manifestación en el organismo de un conflicto emocional, pero, ¿sin eliminar el conflicto emocional puede haber una sanación real y duradera?
-Curar tiene que ver con el alivio de los síntomas. Sanar se refiere a rescatar la integridad aprendiendo la lección del evento físico, emocional o mental que origina la desarmonía. Más que modificar o eliminar el conflicto emocional se aprende la lección del conflicto y éste se revela como un maestro. Cuando aprendemos la lección ya no hay conflicto puesto que lo que eran opuestos ahora son complementarios. Se restablece la armonía interior cuando somos aprendices pues el médico interior, el verdadero sanador, es siempre un aprendiz. Así, es posible estar sanos aunque tengamos alguna enfermedad y es posible seguir enfermos aunque nos hayamos curado de algún mal por la supresión o eliminación de un conflicto emocional; y es que la modificación o eliminación del conflicto, aunque nos libere momentáneamente de los síntomas, no nos libera de su repetición si no hemos aprendido la lección. Sanarse es aprender; de la misma forma en que el sistema inmune aprende la lección de los gérmenes, nuestra conciencia aprende la lección que nos traen los conflictos emocionales. Las enfermedades pueden ser reediciones o reiteraciones del mismo conflicto emocional básico de nuestra infancia por lo que hasta que no aprendamos realmente la lección estamos condenados a reeditar la fricción del conflicto en el seno del cuerpo. Es tan importante la auténtica sanación emocional que en más de veinticinco años de práctica clínica he llegado a la convicción de que en el núcleo de la inmensa mayoría de las enfermedades crónicas hay un conflicto emocional no resuelto.
-¿Cuánto tarda el órgano en recuperarse cuando se aplican las terapias bioenergéticas?
-Aunque los síntomas clínicos tarden en aparecer, un shock traumático emocional que se vive sin la protección amortiguadora de una red de soporte emocional adecuada incide sobre la energía y la función del órgano respectivo así como en su representación cerebral inmediatamente. Asimismo, la terapia adecuada incide sobre toda la cascada de eventos relacionados con la enfermedad de una manera sincrónica. Esto no quiere decir que siempre sea posible la restitución anatómica pues existe un status de no retorno en el cual las lesiones asumen el carácter de irreversibles. Siempre es necesario un sustrato, un cerebro para procesar y transmitir las señales, una reserva orgánica para sostener las funciones. Por tanto, aún con el estímulo energético adecuado muchas enfermedades crónicas no remiten aunque se puedan presentar mejorías en su evolución y pronóstico. El tiempo de respuesta varía en función del tipo de estímulo y la condición del paciente pero va desde el efecto inmediato hasta el que se instala lenta y progresivamente en el curso de varios meses. En casos excepcionales hemos visto la restitución anatómica allí donde nuestros conocimientos médicos convencionales decían que era literalmente imposible; lo que nos revela que más allá de materia y energía hay un lugar de la conciencia en el que la enfermedad, por avanzada que esté, puede ser reversible. Este es el territorio de la sanación espiritual, en el que el alma del paciente, el sanador interior, es el actor principal.
-¿Es cierto que el corazón es el gran regulador de los ritmos biológicos y que el cerebro y todo el funcionamiento orgánico se adecua a este órgano?
-El corazón produce un campo electromagnético cinco mil veces más potente que el del cerebro. Este campo es la onda portadora de todas las demás actividades eléctricas, lo que explica que en condiciones de registro adecuado el electrocardiograma se pueda captar en cualquier parte del cuerpo. Así, por ejemplo, en la cabeza se puede captar el electroencefalograma como una pequeña oscilación que "va a caballo" sobre la onda electrocardiográfica. En el abdomen de la mujer gestante se podrá registrar el electrocardiograma de la madre y, por encima, el del feto. El grado de coherencia de la actividad cardiaca, medida por la variabilidad de frecuencia en el tiempo, es hoy una medida objetiva de estados interiores. Así, un estado genuino de amor impersonal produce una mínima variabilidad de la frecuencia cardiaca con una máxima coherencia que, a su vez, se refleja en una capacidad incrementada para actuar sobre otros sistemas vivos. En ese estado de coherencia interior el amor impersonal se manifiesta en la capacidad de sanar. Los investigadores norteamericanos de estos fenómenos -que no son propiamente alternativos- han llamado al corazón "el oscilador eléctrico maestro".
-Al parecer, el bazo es un gran acumulador de energía, quizás el más importante que tenemos. Pero, además del bazo, ¿hay algún otro órgano especializado en procesar la energía? ¿Y qué pasa si se extrae el bazo?
-El prana o energía vital entrante al sistema pasa a través de los chakras del bazo adecuándose a la frecuencia de cada uno de los chakras o centros mayores de energía. Los chakras -palabra sánscrita que significa rueda- son, como usted sabe, los vórtices energéticos que captan y distribuyen la energía etérica por el organismo. Pero cuando hablamos del bazo, como de cualquier órgano en medicina bioenergética, no sólo nos referimos a su componente físico sino básicamente a la unidad etérica. Un órgano extirpado sigue teniendo existencia desde el punto de vista energético; por eso se puede experimentar dolor en un miembro amputado y es posible tratar con un color o un sonido la contraparte etérica del miembro u órgano faltante y mejorar situaciones clínicas como el síndrome del "miembro fantasma". De hecho, todos los átomos del organismo se renuevan. A pesar de lo cual, la memoria de la función y la distribución -el patrón de organización- permanece. La memoria de nuestro cuerpo está en el campo de energía etérico y éste -mientras vivamos- mantiene la plantilla o molde que permite la constancia de la distribución y ordenamiento de las energías en su seno.
-¿Los canales por donde circula la energía etérica son detectables con la tecnología actual?
-A la luz de los conocimientos actuales, la realidad eléctrica, fisiológica e histológica de los puntos de acupuntura es hoy indiscutible. Como vías de menor resistencia eléctrica de posible conducción de corriente directa la existencia de los meridianos está aún sujeta a discusión aunque la prueba clínica de su vigencia después de milenios es, sin duda, más importante que la probable constatación biofísica. Si asumimos fenómenos vitales que ocurren por fuera de los límites de nuestra física convencional, como las ondas no hertzianas, no podremos obviamente esperar que las registremos con instrumentos para medir ondas electromagnéticas convencionales. Nosotros los occidentales no nos preguntamos tanto si una cosa funciona o no sino cómo funciona. Y si no encontramos el cómo negamos el hecho. Es la tiranía de la lógica como único uso de razón la que nos ha llevado a posturas a veces irracionales. No tenemos que esperar la bendición del método científico para disfrutar el milagro vivo de la vida cada segundo. La vida se demuestra a sí misma en el ojo del científico que intenta descubrirla detrás del microscopio.
-La conexión entre el chakra del plexo solar y el del corazón parece ser la llave de la salud y la enfermedad por cuanto controlan el mundo de las emociones. ¿Es eso así?
-Juntos, el plexo solar y el plexo cardíaco constituyen un comando magnético procesador de las energías provenientes del cuerpo emocional. Cuando la polaridad emocional se orienta a la satisfacción de las ambiciones del pequeño yo personal las energías así generadas se dirigen hacia el plexo solar y son procesadas por el páncreas, el estómago y el hígado; y a través de éstos órganos inciden sobre todo el tracto intestinal. Buena parte de las enfermedades en nuestra práctica clínica afectan vísceras y órganos adscritos al plexo solar expresándose como gastritis, úlceras, desórdenes biliares, colitis, alteraciones digestivas, etc., que además de los factores conocidos por los médicos tienen un motor oculto en actitudes emocionales dirigidas a saciar apetitos individuales que se reflejan en un estilo de vida consagrado a la expansión del propio territorio. Esto ocasiona una congestión energética crónica de los órganos adscritos al plexo solar y se refleja en hábitos alimenticios inadecuados. La congestión del plexo solar no puede hacerse sino a costa de disminuir el flujo de energía hacia el plexo cardíaco y entonces el corazón y el sistema inmunológico empiezan a sufrir. Multitud de problemas inmunes y cardíacos tienen su génesis en desórdenes emocionales que, al afectar el plexo solar, terminan afectando también al timo y al corazón. Podríamos simplemente adecuar la dieta pero olvidamos que no somos lo que somos por lo que comemos o bebemos sino que lo que comemos y bebemos es un manifestación de lo que somos. Ese ser se revela en actitudes hacia la vida y es allí donde podría realizarse el cambio. El cambio de actitud consiste en que, en lugar de preguntarnos ¿qué espero yo de la vida? -actitud de pedir que nace del plexo solar-, nos preguntemos qué espera la vida de nosotros -actitud de servir que nace del corazón-. Cuando somos lo que somos por lo que a la vida le podemos dar y no por lo que podemos poseer y retener tiene lugar un cambio fundamental en nuestra evolución: ascendemos en nuestra humanidad, centrada en nuestra más grande riqueza, nuestra capacidad de dar. El cuarto centro o chakra cardíaco es el territorio de la comprensión amorosa, actitud desde la que podemos sanar nuestras relaciones. Y sanar las emociones y las relaciones es la clave para llenar la vida de sentido.
-Por último, quisiéramos preguntarle por algo que forma parte de muchas terapias bioenergéticas: los medallones, las piedras, las gemas.... colocadas sobre el plexo solar o sobre el corazón, ¿tienen realmente validez terapéutica? ¿Cree que las formas circulares o esféricas -ondas de forma- producen efectos curativos?
-Lo que uno piensa de una cosa es más importante para la salud que la misma cosa. Cuando se utiliza un medicamento que normalmente provoca el vómito diciendo a los pacientes que es un medicamento para evitar el vómito el efecto de su creencia supera la de la sustancia en sí y el vómito es controlado por la mayoría. El sistema nervioso y el sistema inmune también "creen". Así nació la Psiconeuroinmunología, ciencia que describe y utiliza las interacciones entre el sistema nervioso, las emociones y actitudes, y el sistema inmune. Cuando se asocia sacarina con un tóxico para el sistema inmune, al dar luego exclusivamente sacarina el sistema inmune reacciona como si ésta fuera muy tóxica. Lo mismo sucede con amuletos, piedras, etc. Además de su acción intrínseca -que puede o no existir-, lo más importante es nuestra conciencia sobre ellas. Un amuleto, un medallón o una piedra pueden no ser más que un símbolo externo de una conciencia interior. De ahí deriva su poder. Poder que puede ser más fuerte sin la piedra porque, en última instancia, lo que es significativo se inscribe profundamente en nuestra conciencia y deja sus huellas en el cuerpo. Una forma, un símbolo -por ejemplo, la cruz-, un mandala, un mudra, una postura de hatha yoga, un mantram o una oración pueden ser muy poderosas si se asocian a un profundo sentir interior, a una conciencia viva anclada al corazón. De lo contrario, serán simplemente cosas inocuas.
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Bioenergética
24 septiembre, 2008
dinero
Decimos que no tenemos dinero para erradicar la pobreza. Que es imposible. Pero de repente, ¡anda! sí que tenemos 700.000 millones de dólares para salvar de la quiebra a Wall Street.
– Bernie Sanders, senador de EE.UU.14 julio, 2008
CUERDAS
El asceta Srona, demasiado riguroso. era el más estricto entre los discípulos del Buda, pero no se liberaba de los extravíos, de la ilusión y el sufrimiento. Se desanimó: “No progreso. Sería mejor abandonar este camino, regresar al hogar y vivir con comodidad el resto de mis días”.
El Buda Shakamuni, notando la crisis del discípulo, le dijo: «He oído que eras diestro en tocar el arpa antes de ser monje. Tú conoces bien el arpa. ¿Produce buena música si las cuerdas están demadiado tensas?» Srona contestó: «No». El Buda le preguntó: «¿Produce música el arpa si las cuerdas están demasiado flojas?» A lo que Srona respondió: «No». El Buda preguntó de nuevo: «¿Y qué tal cuando las cuerdas están tensadas en su punto? ¿Puede entonces producir buena música?» Srona contestó: «Sí, sí que puede».
El Buda dijo: «Prepararse para la iluminación es como ajustar las cuerdas del arpa. Si te inclinas hacia una asiduidad extrema, las cuerdas de tu mente estarán demasiado tensas, y la mente no se encontrará en un estado de paz. Si no eres suficientemente asiduo, las cuerdas de la mente estarán flojas, lo cual te llevará a la pereza. Quédate en una asiduidad moderada»..
El Buda Shakamuni, notando la crisis del discípulo, le dijo: «He oído que eras diestro en tocar el arpa antes de ser monje. Tú conoces bien el arpa. ¿Produce buena música si las cuerdas están demadiado tensas?» Srona contestó: «No». El Buda le preguntó: «¿Produce música el arpa si las cuerdas están demasiado flojas?» A lo que Srona respondió: «No». El Buda preguntó de nuevo: «¿Y qué tal cuando las cuerdas están tensadas en su punto? ¿Puede entonces producir buena música?» Srona contestó: «Sí, sí que puede».
El Buda dijo: «Prepararse para la iluminación es como ajustar las cuerdas del arpa. Si te inclinas hacia una asiduidad extrema, las cuerdas de tu mente estarán demasiado tensas, y la mente no se encontrará en un estado de paz. Si no eres suficientemente asiduo, las cuerdas de la mente estarán flojas, lo cual te llevará a la pereza. Quédate en una asiduidad moderada»..
En el Sutra de los Cuarenta y dos capítulos, el Buda enseñó:
«Un arpa no tiene sonido algunosi las cuerdas están demasiado tensas.No suena tampoco en absolutosi están demasiado poco tensadas.Sólo con cuerdas están tensadasen su punto,la música sale afinada.»
«Un arpa no tiene sonido algunosi las cuerdas están demasiado tensas.No suena tampoco en absolutosi están demasiado poco tensadas.Sólo con cuerdas están tensadasen su punto,la música sale afinada.»
11 julio, 2008
08 julio, 2008
CAMPANAS
Necesitamos que nuestra vida tenga ritmo. Eso no significa que nos la pasemos bailando, ni siquiera corriendo. Quiere decir que tengamos la suficiente cordura como para reconocer que no podemos estar siempre inspirando, llenos de aire. También es necesario espirar.
En la edad media, Benito, un viejo sabio, supo crear un equilibrio escribiendo su regla basada en el ora et labora. Creo un estilo de vida rítmico y ordenado que ha persistido hasta nuestro días.
Siempre que lo miro rescato la gran sabiduría que se esconde en su mensaje simple. Y acojo con alegría el sonido de campanas que nos recuerda que es tiempo de cambiar... el ritmo.
(gracias MªPaz por recordármelo)
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espiritualidad,
oración,
religión
03 julio, 2008
aquí y ahora!
Todos los vivientes son
originariamente budas.
Como el agua y el hielo.
No hay hielo sin agua.
Pero no nos percatamos.
Buscamos en lontananza
lo que tenemos tan a mano.
¡Qué pena da ver a la gente extraviada
buscando lejos la Verdad
que mora en su interior!
Como quien se queja de sed
mientras nada en un lago.
27 junio, 2008
LAS 4 ESES
El Concepto de las 4 -S
La primera “S” – (Sustainability) – Sostenibilidad – concierne a la sobrevivencia de la Tierra misma, su naturaleza y sistemas ecológicos. Problemas medioambientales, sociales y económicos – tales como el calentamiento global, agotamiento de recursos, disparidad en las riquezas y conflictos inter-culturales – son todos asuntos globales interconectados causados por las actividades humanas que están amenazando nuestra misma sobrevivencia. Estamos en un punto de bifurcación donde podemos continuar en el actual sendero hacia la destrucción o escoger el sendero hacia un futuro sostenible.
La segunda “S” – (Systems) – Sistemas – se refiere a los varios sistemas que los seres humanos hemos establecido, incluyendo nuestros sistemas económicos y políticos. La humanidad es parte de un mayor sistema viviente natural de la Tierra. ¿Cómo podemos armonizar nuestros sistemas humanos con los principios de la naturaleza y de los ecosistemas? Nuestras actuales instituciones y varios sistemas socioculturales son insostenibles y deben ser transformados para operar como un sistema completo a escala planetaria.
La tercera “S” – (Science) – Ciencia – es un componente importante para crear una nueva civilización. En las ciencias de punta – incluyendo la física, cosmología, las ciencias de vida, y la investigación de la conciencia – está emergiendo una imagen totalmente nueva de la realidad. Estas ciencias nuevas podrían traer un cambio de paradigma que podría ser la clave para la inspiración y base de la construcción de una nueva civilización.
La cuarta y última “S” – (Spirituality) – Espiritualidad – incluye la experiencia personal, pero también tiene una implicación más universal. El despertar interno y el afloramiento de la creatividad en los individuos son las fuerzas verdaderas que plasmarán nuestro futuro colectivo. Nuestros comportamientos y prioridades cambiarán drásticamente si desarrollamos nuestra conciencia a un nivel superior y experimentamos la interconexión con toda vida. Debemos garantizar que toda actividad humana en nuestra futura sociedad global, ya sea la política, la económica o los negocios, estén basados en la espiritualidad.
La primera “S” – (Sustainability) – Sostenibilidad – concierne a la sobrevivencia de la Tierra misma, su naturaleza y sistemas ecológicos. Problemas medioambientales, sociales y económicos – tales como el calentamiento global, agotamiento de recursos, disparidad en las riquezas y conflictos inter-culturales – son todos asuntos globales interconectados causados por las actividades humanas que están amenazando nuestra misma sobrevivencia. Estamos en un punto de bifurcación donde podemos continuar en el actual sendero hacia la destrucción o escoger el sendero hacia un futuro sostenible.
La segunda “S” – (Systems) – Sistemas – se refiere a los varios sistemas que los seres humanos hemos establecido, incluyendo nuestros sistemas económicos y políticos. La humanidad es parte de un mayor sistema viviente natural de la Tierra. ¿Cómo podemos armonizar nuestros sistemas humanos con los principios de la naturaleza y de los ecosistemas? Nuestras actuales instituciones y varios sistemas socioculturales son insostenibles y deben ser transformados para operar como un sistema completo a escala planetaria.
La tercera “S” – (Science) – Ciencia – es un componente importante para crear una nueva civilización. En las ciencias de punta – incluyendo la física, cosmología, las ciencias de vida, y la investigación de la conciencia – está emergiendo una imagen totalmente nueva de la realidad. Estas ciencias nuevas podrían traer un cambio de paradigma que podría ser la clave para la inspiración y base de la construcción de una nueva civilización.
La cuarta y última “S” – (Spirituality) – Espiritualidad – incluye la experiencia personal, pero también tiene una implicación más universal. El despertar interno y el afloramiento de la creatividad en los individuos son las fuerzas verdaderas que plasmarán nuestro futuro colectivo. Nuestros comportamientos y prioridades cambiarán drásticamente si desarrollamos nuestra conciencia a un nivel superior y experimentamos la interconexión con toda vida. Debemos garantizar que toda actividad humana en nuestra futura sociedad global, ya sea la política, la económica o los negocios, estén basados en la espiritualidad.
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espiritualidad
26 junio, 2008
Hacia una espiritualida laica
Los mitos, símbolos y rituales eran sistemas de socialización y programación colectiva, propios de sociedades que vivieron durante milenios haciendo fundamentalmente lo mismo, y excluyendo el cambio. Puesto que eran sistemas de programación colectiva, debían tomarse como descripciones de la realidad, aunque no lo fueran, de lo contrario no podían cumplir con su función de programa colectivo indudable. Eso significa que imponían una epistemología que sostenía que lo que decían mitos, símbolos y rituales era como era la realidad, tanto en lo referente a la dimensión relativa de la realidad, como en lo referente a la dimensión absoluta.
Esta es la epistemología mítica. Desde esa epistemología mítica se volvían intocables los modos de vida, interpretación, valoración, acción y organización. Se sostenía que todo eso era revelado, que procedía de los antepasados sagrados y de los dioses.
Esta es la epistemología mítica. Desde esa epistemología mítica se volvían intocables los modos de vida, interpretación, valoración, acción y organización. Se sostenía que todo eso era revelado, que procedía de los antepasados sagrados y de los dioses.
...
Una nueva espiritualidad es posible; y más que eso, es necesaria. La nueva espiritualidad no podrá apoyarse en creencias, ni estará vehiculada o expresada por medio de creencias. No será religiosa, si por religión entendemos sistemas de creencias que son sistemas de interpretación, valoración, acción y organización revelados por Dios e intocables o entendemos proyectos de vida colectiva revelados e inalterables.
La nueva espiritualidad, si no se apoya en creencias, ni es religiosa, carecerá de sacralidades, será laica.
Sin embargo, precisamente porque no es ni religiosa ni creyente, podrá heredar toda la riqueza espiritual de todas las tradiciones religiosas de la humanidad. Esa herencia universal no tiene por qué conducir a una espiritualidad sincretista o a la carta. Hemos heredado toda la música de la historia, toda la poesía, toda la pintura, escultura y arquitectura; somos capaces de apreciar y gozar la belleza de todos los tiempos y todas las culturas, y aprendemos de todas ellas. Y eso no nos lleva a crear un arte que consista en tomar un rasgo de aquí y otro de allá, sino que, aprendiendo de todos, construimos nuestro propio arte. Algo así está ya ocurriendo con la espiritualidad.
Siempre se puede hacer un mal uso del legado de nuestros antepasados, pero si ocurre, no será por culpa de la globalización y universalización de todas las grandes tradiciones religiosas de la humanidad, sino por nuestra falta de calidad.
Pincha para leer mas.
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La propuesta de este sabio es innegablemente arriesgada, el artículo que se incluye resume sus tesis.
19 junio, 2008
llegó el verano
la música dulce de la flauta ney nos ayuda a comenzar los rigores del calor, por otro lado bienvenidos.
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musica
12 junio, 2008
DESPUÉS DEL ÉXTASIS, LA COLADA
"La mayoría de los relatos espirituales finalizan con la iluminación. Pero qué sucede si nos preguntamos que ocurre después ¿Qué sucede cuando el maestro zen regresa a su hogar con su esposa e hijos? ¿Qué pasa cuando el místico cristiano se va de compras? ¿Cómo es la vida tras el éxtasis?
Rica cosecha de toda una generación de trabajo espiritual en occidente, Después del éxtasis, la colada es uno de los relatos más sinceros y convincentes que se haya escrito sobre la larga vía de la transformación interior. Escrito por un psicólogo y maestro de meditación budista de fama internacional, este conmovedor y fascinante libro se basa también en experiencias de primera mano de practicantes de las tradiciones cristianas, judías, budistas y sufíes. El resultado es una comprensión íntima y honesta del modo en que se despliega el moderno viaje espiritual y cómo debemos preparar nuestros propios corazones para el despertar. "
Rica cosecha de toda una generación de trabajo espiritual en occidente, Después del éxtasis, la colada es uno de los relatos más sinceros y convincentes que se haya escrito sobre la larga vía de la transformación interior. Escrito por un psicólogo y maestro de meditación budista de fama internacional, este conmovedor y fascinante libro se basa también en experiencias de primera mano de practicantes de las tradiciones cristianas, judías, budistas y sufíes. El resultado es una comprensión íntima y honesta del modo en que se despliega el moderno viaje espiritual y cómo debemos preparar nuestros propios corazones para el despertar. "
Un muy recomendable libro para buscadores. Nos recuerda que pese lo mucho que nos gusten los castillos en el aire, nuestros piés siempres van pegados a la tierra.
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zen
26 mayo, 2008
19 mayo, 2008
Sombra de datos
todos tenemos una sombra. eso lo sabe todo el mundo. lo malo es que ahora tenemos dos, además de nuestra vieja conocida tenemos una sombra de información que como ya contaba Platón con su mito de la caverna, dice mucho de nosotros. cada vez que sacamos dinero del cajero, hacemos una compra con tarjeta, enviamos un sms o un email, dejamos una sombra, una sutil marca. en pocos años habrá rastreadores de sombras y se podrán hacer perfiles virtuales de las mismas, resucitarlas virtualmente...
una buena idea para una novela de ciencia ficción.
Dejo por aquí el artículo original en inglés.
15 mayo, 2008
1985, un poema del libro CALOR de Manuel Vilas
1985
El 24 de diciembre de 1985 Manuel Vilas estaba de guardia en el Cuartel del Regimiento de Infantería de Barbastro, en donde cumplía el servicio militar. La guardia nocturna se conocía con el nombre de “refuerzo”. Vilas era cabo y por tanto su cometido en los refuerzos consistía en distribuir a los soldados por las garitas y después regresar al cuerpo de guardia. Miguel Fernández Díaz, un soldado de reemplazo, al que Vilas había dejado a las 22 horas en la garita número 4 (la más alejada del cuerpo de guardia) eligió ese momento para pegarse un tiro en la boca. Normalmente, Vilas ya no se acuerda de esto, porque fue hace muchos años. Normalmente, Vilas ya no se acuerda de nada, y tampoco sabe muy bien por qué se olvidan las cosas (imagina que porque las cosas se deshacen en medio de la memoria). Recuerda Vilas que se quedó mirando las salpicaduras en el techo de la garita, iluminadas por la luz de una linterna. Recuerda los expertos comentarios del capitán de guardia sobre la trayectoria de la bala, las conjeturas sobre el boquete que se abrió en la cabeza de Fernández Díaz. Era una bala de Cetme, que convirtió el juvenil orden cerebral de Fernández Díaz en un caos sanguinolento y acabado.
Piensa Vilas en lo que Miguel Fernández Díaz se ha perdido a lo largo de estos últimos 22 años. Piensa Vilas que tal vez vivió esos 22 años en las 22 milésimas de segundo que le costó a la bala desatar el nudo caliente de la carne. Vilas se ve a sí mismo como un radiante turista en el pasado. Al día siguiente, es decir, el día de Navidad, vino el padre de Miguel Fernández. A su madre no consiguieron encontrarla. No había móviles entonces. Nadie sabía dónde estaba. El padre vino porque alguien le pagó el viaje en autobús. Seis horas de autobús. Llevaba una bufanda.
No había móviles entonces, ningún sitio adonde llamar.
Claro que fui el último ser humano que vio vivo a Miguel Fernández Díaz. En alguna instancia celestial tendrá sentido el hasta luego que me dedicó con una dulce sonrisa impropia de aquella noche oscura.
Un honor, sin duda, aquella sonrisa.
Un gran honor.
Pues, naturalmente, tanto Miguel Fernández Díaz como Manuel Vilas Vidal fueron hombres de honor.
Y el honor es la vida.
¿Sabes?, tengo la extraña sensación de que fui yo el que cayó esa noche en medio de las miles de balas del enemigo, en medio de las ráfagas luminosas en el cielo de las playas de Normandía, en medio de la metralla suprema, en medio de los obuses de aquella artillería fantasmal en la noche caliente de nuestra juventud, y sé que no pudiste hacer nada por mí, pese a que te jugaste la vida por mí, y el enemigo cantaba canciones de gloria.
Bah, tío, estás loco, turismo y memoria, turista en tu propia memoria. Pero ese chico, ese chico no tuvo suerte, y ese chico era bueno, y yo tampoco tuve suerte y da igual. Ok, eso es todo, da igual. Debe de ser eso lo que me está matando. Porque es verdad que algo me está matando.
Calor. Manuel Vilas. Visor: Premio Fray Luis de León. Madrid,
El 24 de diciembre de 1985 Manuel Vilas estaba de guardia en el Cuartel del Regimiento de Infantería de Barbastro, en donde cumplía el servicio militar. La guardia nocturna se conocía con el nombre de “refuerzo”. Vilas era cabo y por tanto su cometido en los refuerzos consistía en distribuir a los soldados por las garitas y después regresar al cuerpo de guardia. Miguel Fernández Díaz, un soldado de reemplazo, al que Vilas había dejado a las 22 horas en la garita número 4 (la más alejada del cuerpo de guardia) eligió ese momento para pegarse un tiro en la boca. Normalmente, Vilas ya no se acuerda de esto, porque fue hace muchos años. Normalmente, Vilas ya no se acuerda de nada, y tampoco sabe muy bien por qué se olvidan las cosas (imagina que porque las cosas se deshacen en medio de la memoria). Recuerda Vilas que se quedó mirando las salpicaduras en el techo de la garita, iluminadas por la luz de una linterna. Recuerda los expertos comentarios del capitán de guardia sobre la trayectoria de la bala, las conjeturas sobre el boquete que se abrió en la cabeza de Fernández Díaz. Era una bala de Cetme, que convirtió el juvenil orden cerebral de Fernández Díaz en un caos sanguinolento y acabado.
Piensa Vilas en lo que Miguel Fernández Díaz se ha perdido a lo largo de estos últimos 22 años. Piensa Vilas que tal vez vivió esos 22 años en las 22 milésimas de segundo que le costó a la bala desatar el nudo caliente de la carne. Vilas se ve a sí mismo como un radiante turista en el pasado. Al día siguiente, es decir, el día de Navidad, vino el padre de Miguel Fernández. A su madre no consiguieron encontrarla. No había móviles entonces. Nadie sabía dónde estaba. El padre vino porque alguien le pagó el viaje en autobús. Seis horas de autobús. Llevaba una bufanda.
No había móviles entonces, ningún sitio adonde llamar.
Claro que fui el último ser humano que vio vivo a Miguel Fernández Díaz. En alguna instancia celestial tendrá sentido el hasta luego que me dedicó con una dulce sonrisa impropia de aquella noche oscura.
Un honor, sin duda, aquella sonrisa.
Un gran honor.
Pues, naturalmente, tanto Miguel Fernández Díaz como Manuel Vilas Vidal fueron hombres de honor.
Y el honor es la vida.
¿Sabes?, tengo la extraña sensación de que fui yo el que cayó esa noche en medio de las miles de balas del enemigo, en medio de las ráfagas luminosas en el cielo de las playas de Normandía, en medio de la metralla suprema, en medio de los obuses de aquella artillería fantasmal en la noche caliente de nuestra juventud, y sé que no pudiste hacer nada por mí, pese a que te jugaste la vida por mí, y el enemigo cantaba canciones de gloria.
Bah, tío, estás loco, turismo y memoria, turista en tu propia memoria. Pero ese chico, ese chico no tuvo suerte, y ese chico era bueno, y yo tampoco tuve suerte y da igual. Ok, eso es todo, da igual. Debe de ser eso lo que me está matando. Porque es verdad que algo me está matando.
Calor. Manuel Vilas. Visor: Premio Fray Luis de León. Madrid,
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poesía literatura
1985, un poema del libro CALOR de Manuel Vilas
1985
El 24 de diciembre de 1985 Manuel Vilas estaba de guardia en el Cuartel del Regimiento de Infantería de Barbastro, en donde cumplía el servicio militar. La guardia nocturna se conocía con el nombre de “refuerzo”. Vilas era cabo y por tanto su cometido en los refuerzos consistía en distribuir a los soldados por las garitas y después regresar al cuerpo de guardia. Miguel Fernández Díaz, un soldado de reemplazo, al que Vilas había dejado a las 22 horas en la garita número 4 (la más alejada del cuerpo de guardia) eligió ese momento para pegarse un tiro en la boca. Normalmente, Vilas ya no se acuerda de esto, porque fue hace muchos años. Normalmente, Vilas ya no se acuerda de nada, y tampoco sabe muy bien por qué se olvidan las cosas (imagina que porque las cosas se deshacen en medio de la memoria). Recuerda Vilas que se quedó mirando las salpicaduras en el techo de la garita, iluminadas por la luz de una linterna. Recuerda los expertos comentarios del capitán de guardia sobre la trayectoria de la bala, las conjeturas sobre el boquete que se abrió en la cabeza de Fernández Díaz. Era una bala de Cetme, que convirtió el juvenil orden cerebral de Fernández Díaz en un caos sanguinolento y acabado.
Piensa Vilas en lo que Miguel Fernández Díaz se ha perdido a lo largo de estos últimos 22 años. Piensa Vilas que tal vez vivió esos 22 años en las 22 milésimas de segundo que le costó a la bala desatar el nudo caliente de la carne. Vilas se ve a sí mismo como un radiante turista en el pasado. Al día siguiente, es decir, el día de Navidad, vino el padre de Miguel Fernández. A su madre no consiguieron encontrarla. No había móviles entonces. Nadie sabía dónde estaba. El padre vino porque alguien le pagó el viaje en autobús. Seis horas de autobús. Llevaba una bufanda.
No había móviles entonces, ningún sitio adonde llamar.
Claro que fui el último ser humano que vio vivo a Miguel Fernández Díaz. En alguna instancia celestial tendrá sentido el hasta luego que me dedicó con una dulce sonrisa impropia de aquella noche oscura.
Un honor, sin duda, aquella sonrisa.
Un gran honor.
Pues, naturalmente, tanto Miguel Fernández Díaz como Manuel Vilas Vidal fueron hombres de honor.
Y el honor es la vida.
¿Sabes?, tengo la extraña sensación de que fui yo el que cayó esa noche en medio de las miles de balas del enemigo, en medio de las ráfagas luminosas en el cielo de las playas de Normandía, en medio de la metralla suprema, en medio de los obuses de aquella artillería fantasmal en la noche caliente de nuestra juventud, y sé que no pudiste hacer nada por mí, pese a que te jugaste la vida por mí, y el enemigo cantaba canciones de gloria.
Bah, tío, estás loco, turismo y memoria, turista en tu propia memoria. Pero ese chico, ese chico no tuvo suerte, y ese chico era bueno, y yo tampoco tuve suerte y da igual. Ok, eso es todo, da igual. Debe de ser eso lo que me está matando. Porque es verdad que algo me está matando.
Calor. Manuel Vilas. Visor: Premio Fray Luis de León. Madrid,
El 24 de diciembre de 1985 Manuel Vilas estaba de guardia en el Cuartel del Regimiento de Infantería de Barbastro, en donde cumplía el servicio militar. La guardia nocturna se conocía con el nombre de “refuerzo”. Vilas era cabo y por tanto su cometido en los refuerzos consistía en distribuir a los soldados por las garitas y después regresar al cuerpo de guardia. Miguel Fernández Díaz, un soldado de reemplazo, al que Vilas había dejado a las 22 horas en la garita número 4 (la más alejada del cuerpo de guardia) eligió ese momento para pegarse un tiro en la boca. Normalmente, Vilas ya no se acuerda de esto, porque fue hace muchos años. Normalmente, Vilas ya no se acuerda de nada, y tampoco sabe muy bien por qué se olvidan las cosas (imagina que porque las cosas se deshacen en medio de la memoria). Recuerda Vilas que se quedó mirando las salpicaduras en el techo de la garita, iluminadas por la luz de una linterna. Recuerda los expertos comentarios del capitán de guardia sobre la trayectoria de la bala, las conjeturas sobre el boquete que se abrió en la cabeza de Fernández Díaz. Era una bala de Cetme, que convirtió el juvenil orden cerebral de Fernández Díaz en un caos sanguinolento y acabado.
Piensa Vilas en lo que Miguel Fernández Díaz se ha perdido a lo largo de estos últimos 22 años. Piensa Vilas que tal vez vivió esos 22 años en las 22 milésimas de segundo que le costó a la bala desatar el nudo caliente de la carne. Vilas se ve a sí mismo como un radiante turista en el pasado. Al día siguiente, es decir, el día de Navidad, vino el padre de Miguel Fernández. A su madre no consiguieron encontrarla. No había móviles entonces. Nadie sabía dónde estaba. El padre vino porque alguien le pagó el viaje en autobús. Seis horas de autobús. Llevaba una bufanda.
No había móviles entonces, ningún sitio adonde llamar.
Claro que fui el último ser humano que vio vivo a Miguel Fernández Díaz. En alguna instancia celestial tendrá sentido el hasta luego que me dedicó con una dulce sonrisa impropia de aquella noche oscura.
Un honor, sin duda, aquella sonrisa.
Un gran honor.
Pues, naturalmente, tanto Miguel Fernández Díaz como Manuel Vilas Vidal fueron hombres de honor.
Y el honor es la vida.
¿Sabes?, tengo la extraña sensación de que fui yo el que cayó esa noche en medio de las miles de balas del enemigo, en medio de las ráfagas luminosas en el cielo de las playas de Normandía, en medio de la metralla suprema, en medio de los obuses de aquella artillería fantasmal en la noche caliente de nuestra juventud, y sé que no pudiste hacer nada por mí, pese a que te jugaste la vida por mí, y el enemigo cantaba canciones de gloria.
Bah, tío, estás loco, turismo y memoria, turista en tu propia memoria. Pero ese chico, ese chico no tuvo suerte, y ese chico era bueno, y yo tampoco tuve suerte y da igual. Ok, eso es todo, da igual. Debe de ser eso lo que me está matando. Porque es verdad que algo me está matando.
Calor. Manuel Vilas. Visor: Premio Fray Luis de León. Madrid,
12 mayo, 2008
la llave del abismo
28 abril, 2008
The Social Ladder Is Really In Your Head
un post de Medgadget para el dr. Abad
The Social Ladder Is Really In Your Head
Researchers at the National Institutes of Health discovered how the brain seems to exhibit signs of hard wiring when reacting to events within the social hierarchy, like seeing one's superiors.
To find out, the NIMH researchers created an artificial social hierarchy in which 72 participants played an interactive computer game for money. They were assigned a status that they were told was based on their playing skill. In fact, the game outcomes were predetermined and the other "players" simulated by computer. While their brain activity was monitored by fMRI, participants intermittently saw pictures and scores of an inferior and a superior "player" they thought were simultaneously playing in other rooms.
Although they knew the perceived players' scores would not affect their own outcomes or reward — and were instructed to ignore them — participants' brain activity and behavior were highly influenced by their position in the implied hierarchy.
"The processing of hierarchical information seems to be hard-wired, occurring even outside of an explicitly competitive environment, underscoring how important it is for us," said Zink.
Key study findings included:
The area that signals an event's importance, called the ventral striatum, responded to the prospect of a rise or fall in rank as much as it did to the monetary reward, confirming the high value accorded social status.
Just viewing a superior human "player," as opposed to a perceived inferior one or a computer, activated an area near the front of the brain that appears to size people up — making interpersonal judgments and assessing social status. A circuit involving the mid-front part of the brain that processes the intentions and motives of others and emotion processing areas deep in the brain activated when the hierarchy became unstable, allowing for upward and downward mobility.
Performing better than the superior "player" activated areas higher and toward the front of the brain controlling action planning, while performing worse than an inferior "player" activated areas lower in the brain associated with emotional pain and frustration.
The more positive the mood experienced by participants while at the top of an unstable hierarchy, the stronger was activity in this emotional pain circuitry when they viewed an outcome that threatened to move them down in status. In other words, people who felt more joy when they won also felt more pain when they lost.
25 abril, 2008
23 abril, 2008
fMRI Scanners Used to Detect Wandering Mind
Using functional MRI machines researchers at the University of Bergen in Norway detected how the brain sails off on its own course during mental activity, a process that produces inattention and leads to mistakes.
The recordings revealed a cascade of shifting activity in the parts of the brain associated with focusing attention and maintaining routines. Researchers observed test subjects' minds going on autopilot up to half a minute before the subjects actually made mistakes, even though the subjects weren't aware of their own lapses of attention.
If the same mechanisms produce other, more meaningful errors -- slips on the assembly line or behind a steering wheel -- then the research could be used to design biofeedback systems that could catch mistakes before they're made.
"People could be made aware that they're not in the best condition to be working. Or people might learn to identify their 'bad' brain state," said study co-author Tom Eichele, a neuroscientist at the University of Bergen in Norway.
Up to 30 seconds before Eichele's test subjects carelessly said that an arrow pointing in one direction was pointing in another, blood flow decreased in their posterior medial frontal cortex, a brain region associated with sustaining effort and focus.
At the same time, activity increased in the so-called default mode network -- a region of the brain spanning the precuneus, retrosplenial cortex and anterior medial frontal cortex. The default mode network is associated with maintaining baseline routines, and tends to be most active during sleep and sedation.
The recordings revealed a cascade of shifting activity in the parts of the brain associated with focusing attention and maintaining routines. Researchers observed test subjects' minds going on autopilot up to half a minute before the subjects actually made mistakes, even though the subjects weren't aware of their own lapses of attention.
If the same mechanisms produce other, more meaningful errors -- slips on the assembly line or behind a steering wheel -- then the research could be used to design biofeedback systems that could catch mistakes before they're made.
"People could be made aware that they're not in the best condition to be working. Or people might learn to identify their 'bad' brain state," said study co-author Tom Eichele, a neuroscientist at the University of Bergen in Norway.
Up to 30 seconds before Eichele's test subjects carelessly said that an arrow pointing in one direction was pointing in another, blood flow decreased in their posterior medial frontal cortex, a brain region associated with sustaining effort and focus.
At the same time, activity increased in the so-called default mode network -- a region of the brain spanning the precuneus, retrosplenial cortex and anterior medial frontal cortex. The default mode network is associated with maintaining baseline routines, and tends to be most active during sleep and sedation.
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Jeffrey Sachs
The 10 key recommendations for sector-specific policies and investments discussed in Investing in Development are:
Recommendation 1Developing country governments should adopt development strategies bold enough to meet the Millennium Development Goal (MDG) targets for 2015. We term them MDG-based poverty reduction strategies. To meet the 2015 deadline, we recommend that all countries have these strategies in place by 2006. Where Poverty Reduction Strategy Papers (PRSPs) already exist, those should be aligned with the MDGs.
Recommendation 2The MDG-based poverty reduction strategies should anchor the scaling up of public investments, capacity building, domestic resource mobilization, and official development assistance. They should also provide a framework for strengthening governance, promoting human rights, engaging civil society, and promoting the private sector. The MDG-based poverty reduction strategies should:
Be based on an assessment of investments and policies needed to reach the Goals by 2015.
Spell out the detailed national investments, policies, and budgets for the coming three to five years.
Focus on rural productivity, urban productivity, health, education, gender equality, water and sanitation, environmental sustainability, and science, technology, and innovation.
Focus on women's and girls' health (including reproductive health) and education outcomes, access to economic and political opportunities, right to control assets, and freedom from violence.
Promote mechanisms for transparent and decentralized governance.
Include operational strategies for scale-up, such as training and retaining skilled workers.
Involve civil society organizations in decisionmaking and service delivery, and provide resources for monitoring and evaluation.
Outline a private sector promotion strategy and an income generation strategy for poor people.
Be tailored, as appropriate, to the special needs of landlocked, small island developing, least developed, and fragile states.
Mobilize increased domestic resources by up to four percentage points of GNP by 2015.
Calculate the need for official development assistance.
Describe an "exit strategy" to end aid dependency, appropriate to the country's situation.
Recommendation 3Developing country governments should craft and implement the MDG-based poverty reduction strategies in transparent and inclusive processes, working closely with civil society organizations, the domestic private sector, and international partners.
Civil society organizations should contribute actively to designing policies, delivering services, and monitoring progress.
Private sector firms and organizations should contribute actively to policy design, transparency initiatives and, where appropriate, public-private partnerships.
Recommendation 4International donors should identify at least a dozen MDG "fast-track" countries for a rapid scale-up of official development assistance (ODA) in 2005, recognizing that many countries are already in a position for a massive scale-up on the basis of their good governance and absorptive capacity.
Recommendation 5Developed and developing countries should jointly launch, in 2005, a group of Quick Win actions to save and improve millions of lives and to promote economic growth. They should also launch a massive effort to build expertise at the community level.
The Quick Wins include but are not limited to:
Free mass distribution of malaria bed-nets and effective antimalaria medicines for all children in regions of malaria transmission by the end of 2007.
Ending user fees for primary schools and essential health services, compensated by increased donor aid as necessary, no later than the end of 2006.
Successful completion of the 3 by 5 campaign to bring 3 million AIDS patients in developing countries onto antiretroviral treatment by the end of 2005.
Expansion of school meals programs to cover all children in hunger hotspots using locally produced foods by no later than the end of 2006.
A massive replenishment of soil nutrients for smallholder farmers on lands with nutrient-depleted soils, through free or subsidized distribution of chemical fertilizers and agroforestry, by no later than the end of 2006
The massive training program of community-based workers should aim to ensure, by 2015, that each local community has:
Expertise in health, education, agriculture, nutrition, infrastructure, water supply and sanitation, and environmental management.
Expertise in public sector management.
Appropriate training to promote gender equality and participation
Recommendation 6Developing country governments should align national strategies with such regional initiatives as the New Partnership for Africa's Development and the Caribbean Community (and Common Market), and regional groups should receive increased direct donor support for regional projects. Regional development groups should:
Be supported to identify, plan, and implement high-priority cross-border infrastructure projects (roads, railways, watershed management).
Receive direct donor support to implement cross-border projects.
Be encouraged to introduce and implement peer-review mechanisms to promote best practices and good governance.
Recommendation 7High-income countries should increase official development assistance (ODA) from .0.25 percent of donor GNP in 2003 to around 0.44 percent in 2006 and 0.54 percent in 2015 to support the Millennium Development Goals, particularly in low-income countries, with improved ODA quality (including aid that is harmonized, predictable, and largely in the form of grants-based budget support). Each donor should reach 0.7 percent no later than 2015 to support the Goals and other development assistance priorities. Debt relief should be more extensive and generous.
ODA should be based on actual needs to meet the Millennium Development Goals and on countries' readiness to use the ODA effectively.
Criteria for evaluating the sustainability of a country's debt burden must be consistent with the achievement of the Goals.
Aid should be oriented to support the MDG-based poverty reduction strategy, rather than to support donor-driven projects.
Donors should measure and report the share of their ODA that supports the actual scale-up of MDG-related investments.
Middle-income countries should also seek opportunities to become providers of ODA and give technical support to low-income countries.
Recommendation 8High-income countries should open their markets to developing country exports through the Doha trade round and help Least Developed Countries raise export competitiveness through investments in critical trade-related infrastructure, including electricity, roads, and ports. The Doha Development Agenda should be fulfilled and the Doha Round completed no later than 2006.
Recommendation 9International donors should mobilize support for global scientific research and development to address special needs of the poor in areas of health, agriculture, natural resource and environmental management, energy, and climate. We estimate the total needs to rise to approximately $7 billion a year by 2015.
Recommendation 10The UN Secretary-General and the UN Development Group should strengthen the coordination of UN agencies, funds, and programs to support the MDGs, at headquarters and country level. The UN Country Teams should be strengthened and should work closely with the international financial institutions to support the Goals.
The UN Country Teams should be properly trained, staffed, and funded to support program countries to achieve the Goals.
The UN Country Team and the international financial institutions (World Bank, International Monetary Fund, regional development banks) should work closely at country level to improve the quality of technical advice.
Las alas de la vida
Pudimos disfrutar por televisión esta estupenda película sobre la vida y la muerte, la enfermedad y la sanación, la limitación y su superación. Recomendable para todos los públicos y para todo aquel que se haga preguntas sobre estos temas.
LAS ALAS DE LA VIDA
Pudimos disfrutar por televisión esta estupenda película sobre la vida y la muerte, la enfermedad y la sanación, la limitación y su superación. Recomendable para todos los públicos y para todo aquel que se haga preguntas sobre estos temas.
Dejo aquí el link de un aperitivo de la misma.
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Método Moioli
- Dedica un par de minutos a estirarte, mirarte en el espejo y soltar una sonora y amplia carcajada.
- Además de pensar en las responsabilidades que tienes, piensa durante unos segundos lo que vas a hacer para sentirte bien y llévalo a cabo.
- Deja que impregne tu vida, te enriquecerás de inmediato y serás más consciente de lo que te rodea.
- Da cariño gratuitamente y aprende a disculpar y a pedir disculpas, en esos momentos descubrirás lo bien que te sientes.
- Tal vez el día no discurra como deseas. Párate. Pregúntate qué es lo que verdaderamente quieres. Luego usa tu juicio y valora las posibilidades antes de retomar el camino.
- Si las circunstancias te pueden y el cansancio te abruma, no tengas reparos, llora y libera esa angustia. Luego haz las paces contigo mismo y sigue adelante.
- Si no deseas llorar, detén tu actividad y respira hondo varias veces. Inspira por la nariz, llena tu abdomen y retén el aire durante unos segundos. Después expúlsalo de un golpe.
- En el día a día observa a quienes se muestran sencillos y espontáneos. Deja que esta experiencia te permita reconocer tu lado más humano y que surja la risa relajada y natural.
- Al terminar la jornada, quiérete, acaríciate y deja que otros lo hagan, siente entonces cómo tu dedicación te devuelve un estado de bienestar.
- De vez en cuando escribe cómo te encuentras, cómo te ves, cuáles son tus objetivos y los impedimentos que debes derribar. Esto te ayudará a conocerte mejor.
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psicologia
22 abril, 2008
MERIENDA CON ANTONIO GRACIA
Ayer merendamos con Antonio Gracia, vino a casa para conocerla y compartir con nosotros pasteles y paseo, en una tarde de primavera con luz y nubes.
El artista nos enseña a caminar con arte. Necesitamos rescatar ese arte, acercarlo a la vida, hacerlo cotidiano.
Gracias Antonio por aportar color a los que te conocen.
BRÚJULA PARA NAVEGANTES EMOCIONALES
Elsa Punset: "Creo que las ideas cambian el mundo"
Escrito por: Yolanda Barambio Checa el 01 Abr 2008 - URL PermanenteElsa Punset cuenta que una gran herencia de su padre, Eduard Punset, es creer que las ideas pueden cambiar el mundo, convencida de este hecho nos muestra cómo conocernos mejor y gestionar de una manera eficaz y sana nuestras emociones. Desde que nacemos hasta nuestra madurez. Este es el camino que se recorre en Brújula para navegantes emocionales, (Aguilar), el primer libro de Elsa Punset, con el nos muestra importantes herramientas para desarrollarnos mejor en el mundo de las emociones, esas que nos acompañan siempre, queramos o no, reparemos en ellas o no. Las emociones estarán siempre con nosotros. Conocerlas, aprender su vocabulario, saber cómo sentirlas y gestionarlas son una importante clave para evolucionar a lo largo de la vida.Un camino lleno de aprendizajes y desaprendizajes hasta encontrar nuestro lugar, que pueden ser varios.
¿Tener un padre como Eduard Punset debe de llenar de responsabilidad?
Para mi es un orgullo y, claro que te llena de responsabilidad, porque piensas que las personas van a comparar, aunque espero no hacer nada para que se avergüence de mi, pero por otra parte, tengo la suerte de que mi padre es bastante inimitable, con una personalidad y brillantez intelectual que está en su propia vida, y luego también ha desarrollado más su faceta científica y yo estoy en un ámbito claramente emocional. Trabajamos juntos, yo le adoro, es mi ojito derecho, nos complementamos bastante bien y lo llevo con naturalidad y lo disfruto mucho. A veces, es fatal para mi autoestima, pero es mi vida y voy encontrando mi lugar
¿Ha influido mucho tu padre en ti
Tenemos el mismo sentido del humor y eso lo disfrutamos mucho, y lo que hace mi padre es nunca juzgar a las personas por su aspecto o por su condición económica. Eso que a mi me parecía evidente en mi familia, cuando salí al mundo real me di cuenta de que no era tan usual como yo pensaba. Y luego hay otra cosa maravillosa de mi padre, es su sentido de la libertad, él ha renunciado a un montón de cosas por mantener su libertad. Y luego, la sensación de que las ideas pueden cambiar el mundo, y creo que lo he heredado de mi padre. Creo que las ideas cambian el mundo.
¿Es tu primer libro?
Sí, es un libro de cierta madurez emocional, que recorre las distintas etapas de madurez de las personas desde que nacen hasta la edad adulta, y básicamente yo he tenido que vivir una serie de experiencias para escribir este libro. Sobre todo el nacimiento de mi hija, que ahora tiene seis años. Con el nacimiento de Alexia me tuve que plantear un montón de cosas, descubrí que la maternidad no se parece en nada a lo que me habían dicho. La gente no dice la verdad cuando le preguntas qué es la maternidad, la vida es transformación y ese es el momento para decir, qué tuve en mi infancia, qué me gustó qué no tuve y eché de menos y en ese sentido es volver a vivir ese momento y aprender de cero. Un punto de inflexión en el que muchas cosas en mi vida comenzaron a tener sentido. Igual que nos lanzan a la maternidad, sin herramientas básicas, nos lanzan a todo así. ¿Por qué hay que esperar a ir a un psicólogo, estar desesperado, para comenzar a comprender a como funcionamos por dentro?
Aún así, este libro me costó mucho porque soy una persona muy reservada y muy orgullosa, me cuesta contarle a nadie mis penas y con este libro me desbordé pero pensé que igual que me siento yo le pasará a mucha gente y puedo ayudarle.
Hay que hablar con las emociones, nos acompañan a cada segundo del día, nosotros no somos lo que pensamos que somos, sino lo que sentimos que somos.
¿Nos solemos engañar unos a otros cuando hablamos de emociones?
Ciertamente, la gente no dice la verdad, dice lo que se supone que tiene que decir porque desde pequeños hemos crecido con patrones emocionales muy estrictos en los que te despojan del derecho a sentir lo que tu sientes, te dicen lo que tienes que sentir, y ahora encuentro que en mi generación los padres han pasado a los patrones permisivos que tampoco funcionan porque un niño necesita que le ayudes a navegar por sus emociones, que le des vocabulario emocional, que entienda lo que es introspección, aprender a empatizar con los demás, aprender a dar nombres a las emociones y luego aprender a gestionarlas, que es una palabra que da mucho miedo, pero muy importante porque si no sabes como gestionar el sentimiento de tristeza, por ejemplo te puede llevar a una depresión. La gestión emocional no es nada artificial, porque si no gestionas las emociones son ellas las que te gestionarán a ti. Sobre todo las negativas, no puedes permitir que te lleven a la deriva. Ese es un ejercicio que cuando lo hacemos desde pequeños nos hace madurar emocionalmente, mi hija a los seis años tiene una madurez emocional que ya me hubiera gustado tener yo a los quince. Pero porque hablo mucho con ella y miramos los ejemplos que tenemos, como gestionar los enfados, como querer a las personas.
¿Aplicar la inteligencia emocional es el mejor camino para conseguir la felicidad?
La neurología nos está diciendo, en los últimos años, que las emociones están ahí siempre, y que vivimos en un mundo que da una importancia excesiva a la felicidad y que la busca en lugares equivocados. Yo no pretendo sentar cátedra, pero la felicidad tomada como una acumulación de placeres rápidos y de distracciones activa todos los mecanismos adictivos del cerebro, actúa como una droga. Nuestro cerebro funciona entorno a centros de recompensa, esos centros de recompensa si los activas muchas veces se vuelven adictivos, y necesitas más y más y más, y nunca tienes suficiente, por eso ahora sabemos que el dinero no da la felicidad, es muy necesario hasta cierto límite y por encima de cierto límite, que es bastante bajo, tiene muy poca importancia. Y en cambio un factor que influye mucho son las relaciones personales, un factor que nos cuesta mucho desarrollar a lo largo de la vida.
Luego la capacidad de gestionar las emociones negativas, también es determinante para encontrar la felicidad, nuestro cerebro está programado para sobrevivir, no para ser feliz. La supervivencia depende de instintos negativos, estar a la defensiva, el miedo, el asco. En la actualidad, además, vivimos en un mundo muy estresante y tendemos a sobrecargar estas emociones negativas. Así en un mundo donde priman las respuestas negativas hay que hacer un esfuerzo por estimular las emociones positivas. Aprender a desarrollarlas y tener momentos de renovación, donde deshacer esos nudos de estrés y agresividad y dejar que las cosas vuelvan a su ser, cada uno lo hace de mil maneras distintas para lo que es muy importante la creatividad. En nuestra sociedad se nos enseña que la creatividad tiene que ser para unos pocos, y tendría que ser para todos, no es un don, sino que todo el mundo podría utilizarla para expresar partes bonitas de su vida.
También deberíamos reconsiderar formas de ocio, sobre todo en este país, y luego estaría el tema del desaprendizaje que es un concepto que vendrá ahora en los próximos años, porque aprender también es librarse de aquello que ya no nos sirve, la pregunta sería, ¿Qué he desaprendido hoy? La sabiduría tradicional dice que la vida hasta los 20 años ya está encaminada, pero no paramos de evolucionar hasta que morimos, así que siempre estamos a tiempo de volver a empezar. El cerebro es enormemente plástico y lo podemos transformar adaptándolo a nuestra forma de ver la vida, si comprendemos que le pasa a nuestro cerebro, lo ayudaremos a reprogramarse.
¿Pero cuando lo complicado es conocerse a sí mismo, cómo lo hacemos?
Claro, porque no nos dan las herramientas. Hay que aceptar que hay momentos que no son felices y no hay que tomarlo como un fracaso personal, sino que la vida son ciclos, son transformaciones, hay momentos que estás arriba y hay momentos en que estás abajo, y lo bueno de los momentos oscuros es que si tienes esa práctica de la introspección eres capaz de percibir más o menos qué te pasa, pero es que muchas personas no son capaces, porque no han desarrollado este vocabulario básico emocional desde la infancia, no aprendieron a entenderse a sí mismos, y ni no lo han hecho en la infancia es difícil. Y desgraciadamente no es común este aprendizaje, en EE.UU, sólo una de cada tres familias son emocionalmente inteligentes, el resto oscilan entre la permisividad y el autoritarismo y a menudo de manera intermitente, entonces es muy complicado.
Sería una labor que se tendría que hacer también desde los colegios. Para que la gente encuentre su propio referente, tienes que enseñarle a que piense y a conocerse, es el viejo "conócete a ti mismo" de los griegos pero ahora tenemos instrumentos, tenemos neurociencia, tenemos psicología evolutiva, tenemos una pedagogía muy avanzada y multidisciplinar y a esto es a lo que hay que evolucionar. Se puede enseñar a los niños al margen de cualquier doctrina, trabajar las emociones, y los niños aprender a hablar de sus emociones, y a gestionarlas. Y eso ya es aportar bienestar emocional, que es tan importante como el bienestar físico y además están muy relacionados.
Hablando del amor, es otro de los mitos de la felicidad actual, para llegar a tener un equilibrio, ¿cómo hay que pensar en la pareja?
No como en una muleta, el gran error que cometemos es pensar que el otro te va a salvar y yo creo que nos tienen que enseñar a ser muy independientes, que todos tus sueños de vida nunca pasen porque necesites al otro para llevarlos a cabo, y luego comprendiendo los mecanismos afectivos, cómo funcionan, qué son las proyecciones, qué son las relaciones dependientes-dominantes, por qué se producen los malos tratos, a mi me indigna un poco que la única educación afectiva que damos a los chavales es sexo seguro, que es muy importante, pero ahí hay todo un mundo afectivo desconocido. Ya nos cuesta entendernos a los hombres y mujeres de entrada, pero encima con toda esta especie de mitos parece que si, además, no consigues una pareja no hay nada más en tu vida y creo que es lamentable. No sé a qué estamos jugando pero crea mucho dolor en la gente. Creo que hay todo un ámbito en el amor muy extenso que no estamos desarrollando. Las personas se encierran en su vida de pareja, que normalmente no es feliz.
¿Por qué?
Por seguridad, porque evolutivamente, estamos hechos para vivir en manada. Cuando tu te sales de la manada y te pones en frente de la manada, haces algo diferente, los demás te juzgan, antes significaba que podías incluso morir y tenemos terror a soltar lastres, a no depender, entonces eso exige un esfuerzo de superación, de ahí la importancia de la autoestima para luchar por lo que uno es y quiere, para defender sus ideas y su vida aunque los demás le digan que no es la adecuada.
¿Para eso hay que desaprender?
Imprescindible, y mucho sentido del humor, no tomarse tan enserio esto y saber que las emociones son universales. Todo el mundo pasa por situaciones similares.
Las parejas tienen un momento de vida determinado, tras el cual el amor apasionado se termina, y entonces o sabes renegociar tu proyecto de vida con otra persona o pasa lo que sucede ahora, un divorcio tras otro, pronto nadie va a estar casado, una diputada alemana propuso como solución el matrimonios de siete años. Hemos pasado de la sociedad en la que no te podías divorciar al divorcio Express. Es urgente que nos alfabeticemos emocionalmente, saber quienes somos y qué queremos.
¿Cuando pensaste en escribir el libro pensaste en la autoayuda?
Nunca pensé en autoayuda, la primera vez que me hablaron de autoayuda me pegué un susto tremendo, porque está muy desprestigiada, y es curioso porque los periodistas me dicen -no dejes que te digan que es de autoayuda-, pero ahora me da igual, si autoayuda significa que la gente busque sur propios instrumentos, si es una autoayuda de calidad basada en la realidad que ayude a la gente que lo llamen de autoayuda, ya no me importa nada, lo que quisiera que a las personas que lo lean les sirva.
Elsa Punset cuenta que una gran herencia de su padre, Eduard Punset, es creer que las ideas pueden cambiar el mundo, convencida de este hecho nos muestra cómo conocernos mejor y gestionar de una manera eficaz y sana nuestras emociones. Desde que nacemos hasta nuestra madurez. Este es el camino que se recorre en Brújula para navegantes emocionales, (Aguilar), el primer libro de Elsa Punset, con el nos muestra importantes herramientas para desarrollarnos mejor en el mundo de las emociones, esas que nos acompañan siempre, queramos o no, reparemos en ellas o no. Las emociones estarán siempre con nosotros. Conocerlas, aprender su vocabulario, saber cómo sentirlas y gestionarlas son una importante clave para evolucionar a lo largo de la vida.Un camino lleno de aprendizajes y desaprendizajes hasta encontrar nuestro lugar, que pueden ser varios.
¿Tener un padre como Eduard Punset debe de llenar de responsabilidad?
Para mi es un orgullo y, claro que te llena de responsabilidad, porque piensas que las personas van a comparar, aunque espero no hacer nada para que se avergüence de mi, pero por otra parte, tengo la suerte de que mi padre es bastante inimitable, con una personalidad y brillantez intelectual que está en su propia vida, y luego también ha desarrollado más su faceta científica y yo estoy en un ámbito claramente emocional. Trabajamos juntos, yo le adoro, es mi ojito derecho, nos complementamos bastante bien y lo llevo con naturalidad y lo disfruto mucho. A veces, es fatal para mi autoestima, pero es mi vida y voy encontrando mi lugar
¿Ha influido mucho tu padre en ti
Tenemos el mismo sentido del humor y eso lo disfrutamos mucho, y lo que hace mi padre es nunca juzgar a las personas por su aspecto o por su condición económica. Eso que a mi me parecía evidente en mi familia, cuando salí al mundo real me di cuenta de que no era tan usual como yo pensaba. Y luego hay otra cosa maravillosa de mi padre, es su sentido de la libertad, él ha renunciado a un montón de cosas por mantener su libertad. Y luego, la sensación de que las ideas pueden cambiar el mundo, y creo que lo he heredado de mi padre. Creo que las ideas cambian el mundo.
¿Es tu primer libro?
Sí, es un libro de cierta madurez emocional, que recorre las distintas etapas de madurez de las personas desde que nacen hasta la edad adulta, y básicamente yo he tenido que vivir una serie de experiencias para escribir este libro. Sobre todo el nacimiento de mi hija, que ahora tiene seis años. Con el nacimiento de Alexia me tuve que plantear un montón de cosas, descubrí que la maternidad no se parece en nada a lo que me habían dicho. La gente no dice la verdad cuando le preguntas qué es la maternidad, la vida es transformación y ese es el momento para decir, qué tuve en mi infancia, qué me gustó qué no tuve y eché de menos y en ese sentido es volver a vivir ese momento y aprender de cero. Un punto de inflexión en el que muchas cosas en mi vida comenzaron a tener sentido. Igual que nos lanzan a la maternidad, sin herramientas básicas, nos lanzan a todo así. ¿Por qué hay que esperar a ir a un psicólogo, estar desesperado, para comenzar a comprender a como funcionamos por dentro?
Aún así, este libro me costó mucho porque soy una persona muy reservada y muy orgullosa, me cuesta contarle a nadie mis penas y con este libro me desbordé pero pensé que igual que me siento yo le pasará a mucha gente y puedo ayudarle.
Hay que hablar con las emociones, nos acompañan a cada segundo del día, nosotros no somos lo que pensamos que somos, sino lo que sentimos que somos.
¿Nos solemos engañar unos a otros cuando hablamos de emociones?
Ciertamente, la gente no dice la verdad, dice lo que se supone que tiene que decir porque desde pequeños hemos crecido con patrones emocionales muy estrictos en los que te despojan del derecho a sentir lo que tu sientes, te dicen lo que tienes que sentir, y ahora encuentro que en mi generación los padres han pasado a los patrones permisivos que tampoco funcionan porque un niño necesita que le ayudes a navegar por sus emociones, que le des vocabulario emocional, que entienda lo que es introspección, aprender a empatizar con los demás, aprender a dar nombres a las emociones y luego aprender a gestionarlas, que es una palabra que da mucho miedo, pero muy importante porque si no sabes como gestionar el sentimiento de tristeza, por ejemplo te puede llevar a una depresión. La gestión emocional no es nada artificial, porque si no gestionas las emociones son ellas las que te gestionarán a ti. Sobre todo las negativas, no puedes permitir que te lleven a la deriva. Ese es un ejercicio que cuando lo hacemos desde pequeños nos hace madurar emocionalmente, mi hija a los seis años tiene una madurez emocional que ya me hubiera gustado tener yo a los quince. Pero porque hablo mucho con ella y miramos los ejemplos que tenemos, como gestionar los enfados, como querer a las personas.
¿Aplicar la inteligencia emocional es el mejor camino para conseguir la felicidad?
La neurología nos está diciendo, en los últimos años, que las emociones están ahí siempre, y que vivimos en un mundo que da una importancia excesiva a la felicidad y que la busca en lugares equivocados. Yo no pretendo sentar cátedra, pero la felicidad tomada como una acumulación de placeres rápidos y de distracciones activa todos los mecanismos adictivos del cerebro, actúa como una droga. Nuestro cerebro funciona entorno a centros de recompensa, esos centros de recompensa si los activas muchas veces se vuelven adictivos, y necesitas más y más y más, y nunca tienes suficiente, por eso ahora sabemos que el dinero no da la felicidad, es muy necesario hasta cierto límite y por encima de cierto límite, que es bastante bajo, tiene muy poca importancia. Y en cambio un factor que influye mucho son las relaciones personales, un factor que nos cuesta mucho desarrollar a lo largo de la vida.
Luego la capacidad de gestionar las emociones negativas, también es determinante para encontrar la felicidad, nuestro cerebro está programado para sobrevivir, no para ser feliz. La supervivencia depende de instintos negativos, estar a la defensiva, el miedo, el asco. En la actualidad, además, vivimos en un mundo muy estresante y tendemos a sobrecargar estas emociones negativas. Así en un mundo donde priman las respuestas negativas hay que hacer un esfuerzo por estimular las emociones positivas. Aprender a desarrollarlas y tener momentos de renovación, donde deshacer esos nudos de estrés y agresividad y dejar que las cosas vuelvan a su ser, cada uno lo hace de mil maneras distintas para lo que es muy importante la creatividad. En nuestra sociedad se nos enseña que la creatividad tiene que ser para unos pocos, y tendría que ser para todos, no es un don, sino que todo el mundo podría utilizarla para expresar partes bonitas de su vida.
También deberíamos reconsiderar formas de ocio, sobre todo en este país, y luego estaría el tema del desaprendizaje que es un concepto que vendrá ahora en los próximos años, porque aprender también es librarse de aquello que ya no nos sirve, la pregunta sería, ¿Qué he desaprendido hoy? La sabiduría tradicional dice que la vida hasta los 20 años ya está encaminada, pero no paramos de evolucionar hasta que morimos, así que siempre estamos a tiempo de volver a empezar. El cerebro es enormemente plástico y lo podemos transformar adaptándolo a nuestra forma de ver la vida, si comprendemos que le pasa a nuestro cerebro, lo ayudaremos a reprogramarse.
¿Pero cuando lo complicado es conocerse a sí mismo, cómo lo hacemos?
Claro, porque no nos dan las herramientas. Hay que aceptar que hay momentos que no son felices y no hay que tomarlo como un fracaso personal, sino que la vida son ciclos, son transformaciones, hay momentos que estás arriba y hay momentos en que estás abajo, y lo bueno de los momentos oscuros es que si tienes esa práctica de la introspección eres capaz de percibir más o menos qué te pasa, pero es que muchas personas no son capaces, porque no han desarrollado este vocabulario básico emocional desde la infancia, no aprendieron a entenderse a sí mismos, y ni no lo han hecho en la infancia es difícil. Y desgraciadamente no es común este aprendizaje, en EE.UU, sólo una de cada tres familias son emocionalmente inteligentes, el resto oscilan entre la permisividad y el autoritarismo y a menudo de manera intermitente, entonces es muy complicado.
Sería una labor que se tendría que hacer también desde los colegios. Para que la gente encuentre su propio referente, tienes que enseñarle a que piense y a conocerse, es el viejo "conócete a ti mismo" de los griegos pero ahora tenemos instrumentos, tenemos neurociencia, tenemos psicología evolutiva, tenemos una pedagogía muy avanzada y multidisciplinar y a esto es a lo que hay que evolucionar. Se puede enseñar a los niños al margen de cualquier doctrina, trabajar las emociones, y los niños aprender a hablar de sus emociones, y a gestionarlas. Y eso ya es aportar bienestar emocional, que es tan importante como el bienestar físico y además están muy relacionados.
Hablando del amor, es otro de los mitos de la felicidad actual, para llegar a tener un equilibrio, ¿cómo hay que pensar en la pareja?
No como en una muleta, el gran error que cometemos es pensar que el otro te va a salvar y yo creo que nos tienen que enseñar a ser muy independientes, que todos tus sueños de vida nunca pasen porque necesites al otro para llevarlos a cabo, y luego comprendiendo los mecanismos afectivos, cómo funcionan, qué son las proyecciones, qué son las relaciones dependientes-dominantes, por qué se producen los malos tratos, a mi me indigna un poco que la única educación afectiva que damos a los chavales es sexo seguro, que es muy importante, pero ahí hay todo un mundo afectivo desconocido. Ya nos cuesta entendernos a los hombres y mujeres de entrada, pero encima con toda esta especie de mitos parece que si, además, no consigues una pareja no hay nada más en tu vida y creo que es lamentable. No sé a qué estamos jugando pero crea mucho dolor en la gente. Creo que hay todo un ámbito en el amor muy extenso que no estamos desarrollando. Las personas se encierran en su vida de pareja, que normalmente no es feliz.
¿Por qué?
Por seguridad, porque evolutivamente, estamos hechos para vivir en manada. Cuando tu te sales de la manada y te pones en frente de la manada, haces algo diferente, los demás te juzgan, antes significaba que podías incluso morir y tenemos terror a soltar lastres, a no depender, entonces eso exige un esfuerzo de superación, de ahí la importancia de la autoestima para luchar por lo que uno es y quiere, para defender sus ideas y su vida aunque los demás le digan que no es la adecuada.
¿Para eso hay que desaprender?
Imprescindible, y mucho sentido del humor, no tomarse tan enserio esto y saber que las emociones son universales. Todo el mundo pasa por situaciones similares.
Las parejas tienen un momento de vida determinado, tras el cual el amor apasionado se termina, y entonces o sabes renegociar tu proyecto de vida con otra persona o pasa lo que sucede ahora, un divorcio tras otro, pronto nadie va a estar casado, una diputada alemana propuso como solución el matrimonios de siete años. Hemos pasado de la sociedad en la que no te podías divorciar al divorcio Express. Es urgente que nos alfabeticemos emocionalmente, saber quienes somos y qué queremos.
¿Cuando pensaste en escribir el libro pensaste en la autoayuda?
Nunca pensé en autoayuda, la primera vez que me hablaron de autoayuda me pegué un susto tremendo, porque está muy desprestigiada, y es curioso porque los periodistas me dicen -no dejes que te digan que es de autoayuda-, pero ahora me da igual, si autoayuda significa que la gente busque sur propios instrumentos, si es una autoayuda de calidad basada en la realidad que ayude a la gente que lo llamen de autoayuda, ya no me importa nada, lo que quisiera que a las personas que lo lean les sirva.
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