01 diciembre, 2005

VOLVERSE UN NIÑO


El primer idioma que los niños aprenden a hablar es el lenguaje no verbal. Cuando emigramos al mundo de los adultos relegamos ese conocimiento en manos del cerebro límbico que lo administra de forma "automática" evitando toda inferencia con la corteza gris, que por cierto le queda muy lejos.

El contacto con la diferencia y el misterio (que es la mayor de todas) nos obliga a volvernos niños. Esta pirueta existencial es un reto evolutivo. Nuestra conciencia lo necesita para seguir creciendo. Conectar con esa bodega implica entrar en el otro lado del espejo, ese que descubrió Alicia. Que no es otro que el que describió Jung o los sabios taoistas.

Nos atrevemos? Posted by Picasa

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Si nos permitiéramos vivir en equilibrio nuestro niño, nuestro padre y nuestro adulto interiores! Cada estado del Yo, como los llama Erich Berne en su Analisis Transaccional, tiene tanto que aportar...

 
Locations of visitors to this page