08 abril, 2008

LA HUÍDA, LA VUELTA Y EL ENCUENTRO


Imprescindible la meditación de Padilla para esta semana.

LA HUÍDA, LA VUELTA Y EL ENCUENTRO

De una manera evolutiva, la especie huye… de todo aquello que le resulta incomprensible... inmanejable... misterioso... Y huye hacia los terrenos comprensibles, entendibles, manejables... Entendibles y…, sobre todo, operativos.

¡Ah, ah!... ¡Entonces...! ¡Atención! ¡Fíjense bien!
¿Se han fijado?... Sí. Fíjense bien.
Entonces, lo que hemos llamado “evolución”… “progreso” y... y todo eso, ¡ha sido una huída!... O sea que… ¡no hemos avanzado nada! ¡Hemos huido como cobardes!... del misterio... de lo inaprensible... de lo grandioso... de lo imprevisible... de lo inesperado...
¡Hemos huido como especie... como ratas! ¡Aaahhhhh... ¡Ah!, ¡qué asco! Y nos lo han vendido como... “Fíjate todo lo que hemos avanzado. Tenemos hasta “helicoptéros” y misiles y... cámaras de fotografiar a señores leyendo el periódico en la Quinta avenida...”
¡Bueno! Y todo eso, ¡pa’ qué! ¡Todo eso, pa’qué! Quiero decir, pero todo eso, entonces, ¡es huída!... ¡Ahhhh! ¡Es una especie de cobardes!
¡Uy!, ¡lo que les molesta a los humanos que les llamen “cobardes”! ¿Eso? ¡Muchísimo, muchísimo! A los productores, capitalistas, burgueses… elitistas, jóvenes… recién nacidos, y de la tercera edad, decirle “cobarde” a alguien es como... ¡¡Bueno, bueno, bueno, bueno, bueno, bueno, bueno!!

-“¡Huida!”. ¡Ha sido una huida! Una huida de... Dios. Una huida de la Creación. ¡Una huida del Misterio!
-¡No! ¡No quiero misterio!, ¡no! Vamos desvelando misterios...
-¡Mentira! ¡No van desvelando ustedes nada! ¡No han desvelado nada! ¡Cada vez tiene más velos!
Estamos en un camino de huida..., y falta la vuelta. Lo que ocurre es que, en la huida, como siempre se va tan deprisa, pues los que huyen... “¡buuaaahhhhh!”... se caen por el precipicio. Y algunos vuelven... y otros, no vuelven.
¿Volverá alguien de esta huida?

¿Y qué otro signo…? O ¿cómo poder argumentar más la huida?
Muy fácil, muy fácil. ¿Qué ocurre cuando los animales huyen en estampida? Que arrasan todo, ¿no? ¿Cierto?
Cierto.
¿Y qué ocurre hoy en día en el planeta? Que se arrasa todo, ¿no?
Nos quedamos sin bosques... las aguas están contaminadas... la polución atmosférica es insufrible... la contaminación del alimento es impresentable... O sea, es… la típica desolación de la huida. El que huye sin control y arrasa todo. ¡Lo más fundamental! ¡Lo que respiro! ¡Lo que bebo!
Cada quince días desaparece un idioma. ¡Un idioma! Cada quince días. Se calcula que, en el 2015, sólo estarán presentes los idiomas más fundamentales. –Llámese “fundamentales”, “poderosos”: Inglés, chino, español, francés, alemán-...
Eso significa que, al perder… ¡tantos lenguajes!, las posibilidades creativas disminuyen, como es lógico. Y al perder la capacidad del lenguaje y entrar en un “monolenguaje”, se sabe que, neurológicamente, disminuye la actividad cerebral y disminuye la capacidad de ideación. Con lo cual, ¿no es eso también una huida?
Así que nos quedamos sin comida –o nos sienta mal-... No podemos respirar –o nos sienta mal-... No podemos relacionarnos –o nos sienta mal-... Todos están enfermos de una forma o de otra –o nos sienta mal-... ¿No es eso un signo de huida?
Si… fuéramos cuidadosos, como especie… ¿no cuidaríamos el medio ambiente? ¿No cuidaríamos los bosques? ¿No cuidaríamos la deforestación? ¿No cuidaríamos el mar? ¿No cuidaríamos el nivel de contaminación? Se harían las cosas... “bien” –que se dice-.
Pero... ¡no!... Es la estampida; la huida.
Evidentemente, quizás no sea consciente. Pero ahí tienen una muestra como evidente: el comportamiento del hombre –en lo que vemos claramente y que no se puede ya ocultar-, es la típica imagen de huir y arrasar... despavoridos. En el fondo, el hombre tiene mucho miedo –ya lo sabíamos-. Pero más del que parece. Y huye. Y huye... –dice que “civilizadamente”- con sus bombas... con su radioactividad... con sus efectos colaterales... asesinatos selectivos y cosas parecidas, ¿verdad?

Entonces, fíjense: Cada quince días, un sonido de vida desaparece. Si… “En el principio era luz y sonido”, y cada quince días un sonido se va… ¿no será que algo se está muriendo? ¿Algo está despareciendo de la especie por esa huida de no querer afrontar el misterio de la Vida... del Universo... de la Creación... de la Existencia... de la Nada... de Dios...?
Y es más. Otros científicos norteamericanos afirman que... –fíjense, lo afirman matemáticamente con una fórmula-... afirman que, dadas las condiciones y los criterios que se manejan hoy en la sociedad humana, dos idiomas no pueden convivir; uno… termina aniquilando al otro.

Si así es “un aspecto” de la huida –evidentemente, no hemos tocado todos-, ¿se puede pensar en la vuelta? ¿Es posible una vuelta?

Y ahora que se está tan lejos en la huida, ¿cómo podríamos volver?

Sin duda, en toda esta huida, hay excepciones que... que han huido..., o no han llegado a huir sino que han vuelto sin huir... y se han encontrado. ¡Excepciones!
Y, sin duda, en este camino de huida... –no sería precisamente “evolutiva” en cuanto a Creación, sino “involutiva”, lo cual cambia bastante el panorama, claro-...
Sin duda –insisto- en este camino de huida, ha habido numerosos movimientos de vuelta –filosóficos... religiosos... experimentales... ambientales-, pero siempre han sido… ¡pequeñitos! Han sido arrasados por los que huyen. ¡Por los que huyen, mostrándose triunfadores! ¡Curioso! Pero en el fondo, huyen.
Con lo cual, en el momento actual de la huida, la posibilidad de... de volver, es sólo… en base a pequeñas unidades. No, no es posible ningún planteamiento de vuelta. Como especie. Es posible un planteamiento de vuelta, parcial; parcializado en... en números pequeños, de seres.

¿Y cómo volver...?
Pidiendo AUXILIO a El Nombre de El Eterno...

Eso implica, en el comportamiento diario...
humildad...
sumisión...
Disolución de la importancia personal...

Dispersión del miedo...

¡Desaparición del poder!...

¡Oración… continuada!...

Despertar… de la pesadilla de la huida, haciendo consciente… la necesidad “¡solidaria!”... “¡convivencial!”... “¡sincera!...”

¡Sí! Hay una guía de vuelta. ¡Pero hay que ejercitarse en ella!,
Como “humanidad”. ¡Sin géneros! –masculino... femenino-.... “Humanidad”. Seres vivos de una especie: “la especie humana”.

La violencia de la huida, tiene que convertirse… en la complacencia de la vuelta.
Y en toda esa vuelta, ¡en toda esa vuelta!, con esas palabras concretas ¡de ejercicio “diario”!, no se puede incluir “nada”… que sea de la huida.

Así, el ser se ve obligado a, ¡en ese auxilio inicial!, dejarse impregnar de la Creatividad del Cielo; y él, ser expresión de esa creatividad… desarrollando ideas, proyectos, y la suficiente “imaginería” como para plantear nuevas ¡realmente nuevas!- perspectivas.

Si esa huida… la tachábamos… como “cobardía”, esta vuelta hay que tacharla de “valentía”.

Para volver hay que ser valientes. Y la valentía sólo se consigue y se desarrolla en base a “el desapego”. El que tiene algo que perder nunca llega a ser valiente.

La posibilidad del encuentro aún se nos antoja muy lejana.
En plena huida, plantear la vuelta... para afrontar la verdadera dimensión del hombre: incierta, insegura, ilimitada, grandiosa... misteriosa...
Ese encuentro con todo ello, se va a producir cuando el hombre vuelva. Pero aún está en huida; en cobardía.
Pequeñas unidades se atreven a ser valientes, y están de vuelta.
El encuentro puede suceder en cualquier momento, pero… aún es pronto para hablar de él.

Desde la posición del AUXILIO, ¡ten PIEDAD!

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