16 febrero, 2007
truenos
Escucho truenos en mi final de jornada. Sonidos misteriosos y sobrecogedores, como la mirada de la dama que nos acompaña. Recuerdo de que la Naturaleza nos sigue superando y nos pone en nuestro sitio. El rescate de lo pequeño y lo humilde se convierte así en urgencia planetaria. El planeta nos mira, lo hace con ojos de trueno.
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