
Tras unas vacaciones académicas con reclusión bibliotecaria incluida, regreso al puesto de combate. Hoy con un grano de sal y otro de pimienta. Necesarios los dos para dar sabor y sentido a nuestra existencia. Recordar lo necesario de estos pequeños elementos, capaces de transformar un yermo gris en una sinfonía.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario