04 diciembre, 2009
¿Quién cuida al cuidador?
Esta pregunta debería estar en la mente de todos aquellos que cuidan. Para cuidar hay que partir de una posición de cierto equilibrio. No hacerlo así comporta graves riesgos tanto para el cuidador como para los que son cuidados por este.
Una revisión de The Lancet recuerda que los médicos no son buenos ocupándose de su propia salud o la de sus colegas, y analiza una posible asociación entre la mala salud del profesional y una peor atención al paciente
Los autores concluyen: “En última instancia, cada médico obtendrá un beneficio personal si cuida mejor de sí mismo. Dicho esfuerzo probablemente hará que esté más satisfecho con el trabajo y que mejore su bienestar general, reduciendo la probabilidad de que experimente una sensación abrumadora de estrés y agotamiento. También las organizaciones que dan empleo a los médicos se beneficiarían al tener una asistencia sanitaria más productiva y eficiente junto con un menor absentismo, menor renovación de personal y menores problemas de contratación y retención. Y quizás los propios pacientes se beneficiarían al mejorar la calidad de la asistencia”.
En el Foro Mundial de Líderes de Salud, celebrado en Taipéi el 9 pasado de noviembre, la Dra. Dana Hanson, presidenta de la World Medical Association, habló de la “desesperación silenciosa de algunos médicos”. Hanson instó a la profesión y a los gobiernos a que presten más atención al desgaste de los profesionales, especialmente para eliminar el estigma que éste aún acarrea.
La presidenta concluía que contar con médicos sanos implica pacientes más sanos, asistencia médica más segura y una plantilla más sostenible. “Los médicos no deberían tener que elegir entre salir a flote ellos mismos y servir a sus pacientes”.
Vía Jano.
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