No hace falta tener una astronave para perseguir estrellas. Tan solo es necesario mirar al cielo.
En mi caso puedo hacerlo todas las noches, la contaminación lumínica es moderada en mi casa. En cualquier caso qué importante es tener el centro de gravedad apoyado en algo tan sutil como una lejana estrella.
Al fundir literatura, arte y contemplación, conseguimos humanizar la técnica de sanar. Este cuaderno es la estela de ese proceso. Sigo aprendiendo, sigo caminando...
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