
El sistema nervioso central es una red de luz. Una estructura cuatridimensional de cuantos de luz conformando redes, estructuras etéreas, misteriosas estancias. Refugiarnos en esa luz nos ayuda a tomar aliento en la jornada. La luz es indestructible, su livianidad la proteje del tiempo.
Aprendamos de las pequeñas neuronas a dejar fluir esa luz de colores por las arquivoltas del alma que no quedan muy lejos de aquellos viejos canales que un antiguo emperador chino descubrió.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario