Las contingencias a menudo nos agobian y aprietan como el viento a una mota de polvo. Recordar que pese a nuestra inverosimilitud, existen fuerzas que velan por nuestra conciencia, es bálsamo suave y reposo seguro.
Al fundir literatura, arte y contemplación, conseguimos humanizar la técnica de sanar. Este cuaderno es la estela de ese proceso. Sigo aprendiendo, sigo caminando...
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