La vida es un discurrir de suspiros. Conectarlos de forma armónica determina el modo de fluir del corazón. La medicina china nos enseña a observar los cambios desde la óptica de los siempre posible.
Al fundir literatura, arte y contemplación, conseguimos humanizar la técnica de sanar. Este cuaderno es la estela de ese proceso. Sigo aprendiendo, sigo caminando...
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