He comprado nuevas agujas de acupuntura, de una pulgada y con fiador. Me sigue pareciendo un instrumento mágico, su voluta, su mango, su punta... En la Tradición siempre se ha cuidado al máximo el encuentro entre el paciente y su sanador, el contacto. La sociedad moderna denosta por un lado el mismo, con consultas sobrecargadas, ideologías cientifistas y otros dogmas, para terminar adoleciendo y penando por lo que se ha perdido.
Hay mucha gente que se siente sola, cada vez más. Crear puentes, sutiles puntos de encuentro temporo-espacial, entre dos seres es un reto de primer orden. Basta mirar cualquiera de nuestras vidas para darnos cuenta.
Hoy pido valor para usar mis agujas nuevas. Para crear contactos de calidad y calidez.
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