ayer terminé la consulta como el pancake de la pared, completamente tieso. a veces veo demasiadas cosas y me canso. es un cansancio interior que duele. hoy me rodeo de silencio para curar mis heridas.
Un adolescente puede enseñarnos a mirar. La fotografía fue mi hobby durante muchos años y con la cámara aprendí a ver la luz de otra forma. Sin embargo las complicaciones de la vida nos hacen perder esa perspectiva, dejamos de mirar, dejamos de ver.
A menudo tiene que venir un Maestro a despertarnos, aunque su forma no sea la esperada por nosotros. Un niño de pecho o un teenager pueden esconder la visita de Lao Tse.
Hoy paseo con Thomas Merton, un buscador. Él nos recuerda que todos somos viajeros, buscadores, nos recuerda el valor del silencio y la búsqueda interior. Encontrar luz en la profundidad del mar, donde confluyen todas las tradiciones y se borran los límites entre unas y otras. El silencio es el verdadero lenguaje ecuménico donde es posible en encuentro cierto con nosotros mismos.
Al fundir literatura, arte y contemplación, conseguimos humanizar la técnica de sanar. Este cuaderno es la estela de ese proceso. Sigo aprendiendo, sigo caminando...